Tras conquistar 16 etapas entre Giro, Tour y Vuelta, en la que ganó asimismo la clasificación general (2009), y de ser un asiduo a lo más alto del podio en Clásicas y Monumentos como la Flecha-Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja, el español Alejandro Valverde puso la guinda a su carrera con la medalla de oro en los mundiales de ciclismo en ruta de Innsbruck.
Después de 16 años de laureado recorrido como profesional, Valverde se hizo así acreedor del derecho a ser catalogado como leyenda del ciclismo y a lucir, a sus 38 años, durante todo el año 2019 el maillot arcoíris.
Las lágrimas que resbalaban por su maduro rostro, curtido por el sol y el viento durante los millones de pedaladas que tuvo que dar hasta subir al podio austríaco, denotaban que esa no era una victoria más para él.
“No me lo creo. Estoy sin palabras. Es la mejor victoria de mi carrera. Tantos años luchando, tantas medallas... y al final se ha conseguido”, acertó a decir el murciano, preso de la emoción y del cansancio tras más de 250 kilómetros y casi siete horas sobre el sillín.
El imbatido
Valverde se había coronado como el mejor del mundo en una edad en la que muchos de sus compañeros comentan las carreras por televisión, abren sus propios negocios de venta de bicicletas, dirigen equipos o, simplemente, disfrutan de una vida más asentada después de sufrir los rigores de un deporte como el ciclismo.
Y es que el corredor del Movistar se presentó en la ciudad a pies de los Alpes el pasado 30 de septiembre con seis medallas en los Mundiales en ruta, dos platas (2003 y 2005), cuatro bronces (2006, 2012, 2013 y 2014), pero ninguna de oro.
Valverde era consciente de que el trazado de Innsbruck se adaptaba a sus condiciones y de que no tendría muchas más oportunidades, por lo que desde el principio se le vio decidido a ir a por todas.
El corredor murciano conquistó el pasado 30 de septiembre en Innsbruck (Austria) el laurel que más ambicionaba imponiéndose en el esprint final al francés Romain Bardet, al canadiense Michael Woods y al holandés Tom Dumoulin. Valverde sumó a su lustroso palmarés el oro, su séptima medalla en esta prueba.
El español cuenta también con la Vuelta a España de 2009, 4 victorias en la Lieja-Bastoña-Lieja, 5 triunfos en la Flecha Valona, al menos un podio en las tres Grandes Vueltas y 4 etapas en el Tour de Francia.