La selección argentina se dio este lunes un baño de masas en la segunda sesión de entrenamientos del día, donde Enzo Pérez ya se ejercitó junto al resto de sus compañeros, mientras Éver Banega, tocado en el gemelo, trabajó al margen.
Unas 400 personas acudieron al entrenamiento de la tarde, el primero abierto a la prensa y al público, donde los futbolistas de la Albiceleste priorizaron el juego con balón y disfrutaron del aliento de la gente. Decenas de niños se dieron cita en el Bronnitsy Training Centre, en el sureste de Moscú, para disfrutar de Lionel Messi, vitoreado en cada una de sus intervenciones. Con las tres gradas habilitadas, llenas a rebosar, y bajo la mirada de Ernesto Lagorio, el embajador argentino en Rusia, los de Jorge Sampaoli se apoderaron del balón desde el primer minuto y no lo soltaron.
“Ha sido muy bonito, ha estado muy bien, ha sido una linda tarde”, comentó Lagorio a la AFP.
Tras unos rápidos ejercicios físicos con la pelota, los argentinos realizaron rondos durante 15 minutos con el buen ambiente como protagonista. Risas, burlas y bromas coparon una tarde soleada, dando tregua a la lluvia que había hecho acto de presencia en los últimos días, llegando a modificar incluso los planes del extécnico del Sevilla y Chile.
El portero Willy Caballero disfrutó como un jugador más. Enzo Pérez, que aterrizó el domingo procedente de Buenos Aires como sustituto del lesionado Manuel Lanzini, fue uno más durante toda la sesión, y por la mañana, se mostró encantado por poder disfrutar de su segundo Mundial tras Brasil-2014.