Después del Abierto de Estados Unidos de 2014, Ashleigh Barty sorprendió anunciando que abandonaba el tenis profesional para ser “una joven normal” e inició luego una corta carrera en el cricket.
Volvió un año y medio más tarde al deporte de sus inicios, donde este sábado tocó el cielo conquistando Roland Garros, al vencer a la checa Marketa Vondrousova por 6-1 y 6-3 .
La vida de chica normal le duró poco y la necesidad de competir en el deporte le llevó a acercarse al cricket. Andy Richards, entrenador de los Queensland Fire y luego de los Brisbane Heat, había detectado ya sus cualidades para ese deporte y Barty comenzó a ejercitarse con el equipo.
Compitió con Brisbane en 2015 en un campeonato local juvenil y luego en la temporada de la Women’s Big Bash League (WBBL) Sub-20. A principios de 2016, Barty tuvo que decidir cuál era su camino. “Fue una buena decisión volver al tenis”, señaló.
Pero el cricket sigue siendo una pasión para ella, igual que otros deportes. El destino ha querido que Barty se haya convertido en la primera australiana en 46 años en proclamarse campeona de Roland Garros.