Con la vuelta al grupo de Douglas Costa y con Marcelo recuperado, los reservas de la selección brasileña realizaron ayer el penúltimo entrenamiento en su base de Sochi, mientras los titulares de la victoria contra México (2-0) participaban de una sesión regenerativa en el hotel.
El regreso al grupo del extremo de la Juventus, quien tras una notable entrada en el duelo contra Costa Rica (2-0) sufrió una lesión muscular que le tuvo más de una semana de baja, deja a Tite con sus 23 jugadores disponibles por primera vez desde el inicio de la concentración, hace más de un mes en Teresópolis.
Douglas Costa, a quien se vio muy activo en el entrenamiento, no había sido convocado para los duelos de Serbia y México, frenando una progresión que muchos veían con potencial para discutirle el puesto a Willian.
Con la confianza de Tite, el volante del Chelsea no había conseguido ninguna gran actuación hasta el lunes, cuando se mostró mucho más incisivo en ataque y dio la asistencia a Neymar para el primer tanto.
A quien también se vio muy recuperado fue a Marcelo, que participó normalmente y con su habitual buen humor de la práctica, después de haberse quedado en el banco en el duelo contra México, todavía recuperándose del espasmo muscular que sufrió en la espalda y que le obligó a abandonar el partido contra Serbia con tan solo 10 minutos.
El único titular que se vio en el campo fue al arquero Alisson quien, dirigido por el excampeón del mundo en 1994 y ahora preparador Claudio Taffarel, realizó todas las actividades con los suplentes Ederson y Cássio.
El portero, en la mira de varios equipos europeos, volvió a disfrutar de un partido relativamente tranquilo contra México.
Custodiado por una de las defensas más eficaces de la Copa, Alisson es con tres paradas y solo un tanto encajado uno de los arqueros que menos ha intervenido hasta ahora.
La autoridad mostrada por la Seleçao ante México —apoyada en un inspirado Neymar que marcó un gol y dio la asistencia del segundo— reforzó el optimismo en la delegación brasileña de cara al duro reto que le espera en cuartos ante la peligrosa Bélgica.
Los Diablos Rojos afrontan el encuentro con energías y actitud renovados tras la victoria contra Japón en octavos de final. Después de ir perdiendo 2-0, los europeos lograron empatar y ponerse en ventaja definitiva 3-2. Brasil y Bélgica solo se han enfrentado una vez en la historia de la Copa del Mundo. El encuentro se jugó en los octavos de final de Corea Japón 2002, y fue ganado por los suramericanos 2-0.
Para el duelo, Tite debería poder contar con todos sus futbolistas menos con Casemiro, que vio la segunda amarilla contra México y cuya función clave en la medular debe ser desempeñada ahora por Fernandinho. En caso de que Marcelo siga su evolución, debería recuperar su puesto en el lateral izquierdo, cubierto de forma correcta por Filipe Luis en los últimos dos partidos.
Como ha sido habitual en la distendida concentración de Brasil en Sochi, el entrenamiento de regeneración concluyó con la entrada de los hijos de algunos jugadores en el campo, que disfrutaron con ellos de su penúltimo día en esta agradable ciudad a orillas del mar Negro.
Hoy miércoles será el último día de prácticas en Sochi, base de la Seleçao desde su llegada a Rusia, antes de partir mañana jueves hacia Kazán, donde Brasil disputará al día siguiente su complicado duelo contra Bélgica.