Cuando los Splash Brothers tienen la puntería afinada, incluso Kevin Durant se alegra de desempeñar un papel secundario en los partidos.
No es el único hecho inusitado en los Warriors, que se sienten en casa cuando salen de su ciudad.
Klay Thompson lució con 38 puntos, Stephen Curry añadió 30 y Golden State empató un récord de la franquicia, con su 14ta victoria seguida como visitante, al vencer el miércoles 119-112 a los Bulls de Chicago.
“Fue un típico partido de la vieja escuela por parte de los Splash Brothers”, comentó el entrenador Steve Kerr, en referencia al mote que reciben Curry y Thompson.
Dicho apodo se había mencionado con menos frecuencia desde que Durant llegó al equipo antes de la campaña anterior. Pero los dos bases, temibles con su disparo, conservan la capacidad de dar espectáculo. Thompson atinó 7 de 13 triples, mientras que Curry acertó 6 de 11.
Ningún otro jugador de los Warriors logró siquiera un enceste de tres puntos.
“Cuando ellos juegan así, uno simplemente desempeña su papel y sabe qué sitio ocupar”, dijo Durant, quien sumó 19 unidades.
Golden State igualó la tercera mejor seguidilla de triunfos en cancha ajena durante una temporada en la historia de la NBA.
Los Lakers de Los Ángeles impusieron el récord, con 16, durante la temporada 1971-72.
Los Warriors, líderes de la liga, visitan mañana sábado a los Rockets de Houston.