Carlos Caetano Bledorn Verri Dunga, técnico de Brasil, fue el que peor parado salió de la Copa América, tanto por el juego como por la temprana eliminación de su equipo en un torneo en que la corona espera a Jorge Sampaoli o a Gerardo Martino, responsables de los equipos finalistas.
Brasil, con Dunga, Chile, con Sampaoli, y Argentina, con Martino, partían como favoritos al inicio de la Copa y aunque las tres no podían estar en la final, todo hacía presagiar que iban a compartir como mínimo semifinales, circunstancia que no se ha producido por el fallo de Brasil.
El equipo de Dunga, que según su técnico pensaba al inicio del torneo tanto en la Copa como en la eliminatorias del Mundial, cayó en la tanda de penaltis de los cuartos de final ante Paraguay, tras haberse mostrado pobre en sus prestaciones e ineficaz en el ataque.
Las críticas llegaron de inmediato desde el interior del país y hasta el exseleccionador argentino César Luis Menotti afirmó que el Brasil de esta Copa fue la peor selección brasileña que nunca vio.
Solo Marco Polo del Nero, el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), exculpó al técnico y centró el problema de la eliminación en Thiago Silva, que hizo al tocar el balón con la mano el penalti que abrió las puertas de la clasificación a Paraguay.
La Confederación Brasileña de Fútbol anunció también que convocará a antiguos entrenadores de la selección nacional para que encuentren la manera de mejorar ese deporte luego de una serie de resultados decepcionantes.