La FIFA implementó un nuevo sistema electrónico para tratar de erradicar el lavado de dinero y otras formas de corrupción en el mercado de transferencias de futbolistas.
“Este es un momento histórico para el fútbol”, afirmó el miércoles el presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
El nuevo sistema será un requisito a partir de mañana para los 3 mil 500 clubes profesionales de fútbol en casi 150 países, después de décadas de mala supervisión que provocó que algunos agentes sean “dueños” de sus clientes y controlen sus destinos, de pagos ilegales entre equipos y compañías, e incluso de lavado de dinero a través de jugadores ficticios.
El concepto de la supervisión es relativamente simple: los clubes inscritos en una red en internet tienen que presentar los detalles de cualquier transacción de un jugador y subir al sistema alguna prueba de pago, la identificación de los agentes involucrados y otros documentos para confirmar el nuevo patrono.
Los dirigentes de la FIFA rehusaron decir cuántos investigadores serán asignados para revisar las transferencias, pero insistieron que habrá severas sanciones para los clubes que incumplan el reglamento, desde advertencias hasta la deducción de puntos o la prohibición de realizar transferencias.
“No se puede hacer trampa en un sistema electrónico”, dijo el asesor legal de la FIFA, Marco Villiger.
Si el comprador y el vendedor suministran información distinta, el jugador no puede cambiar de equipo.

