El entrenador panameño y naturalizado británico, Gary Stempel, recibirá el próximo 10 de octubre su nombramiento como miembro de la Excelentísima Orden del Imperio Británico (M.B.E, en inglés) en el Buckingham Palace, la residencia de la Reina Isabel II.
Stempel, que viajará en compañía de su esposa Tracey y sus hijas Natasha y Jodie, todavía no sabe de qué manos va a recibir su distinción. Si será de la Reina Isabel II, que habitualmente es quien la entrega; de su hijo mayor, el príncipe Carlos; o de sus otros hijos Andrew o Anne; o de sus nietos Harry (Harold) o William.
A comienzos de semana, el embajador británico en Panamá, Damion Potter, le entregó a Stempel el pergamino en el que fue nombrado Miembro del Imperio Británico M.B.E (Member of the British Empire), por sus logros y trabajos por la juventud y el deporte en Panamá y el Reino Unido. Stempel aclaró que el pergamino está escrito en un inglés muy antiguo.
Quinta orden
La distinción que recibirá Stempel es la quinta orden que entrega la realeza a personas distinguidas y aclaró que para nada es la de un Sir, que es la primera.
Gary Stempel
Veintidós años después de haberse radicado definitivamente en Panamá, Stempel recibe los frutos de su trabajo, que comenzó en Inglaterra en el Millwall FC con un proyecto de fútbol a través de trabajo social y comunitario, con el que recibió distinciones. Más tarde, en Panamá, consiguió darle un empuje sobre todo a las categorías juveniles, estampando su nombre en el fútbol nacional como uno de los mejores entrenadores y motivadores.
Con cédula ocho
Stempel, de 62 años, nació en Panamá en el Hospital San Fernando, y recuerda que el doctor en el parto fue Chito Arosemena. Orgullosamente dice que es cédula ocho. Hijo del expelotero profesional Cookie Stempel, de 86 años, y de Mabel Powell, de 85 años.
Mochilero
Salió a Inglaterra a los seis años y su momento culminante fue el proyecto deportivo en el club Millwall FC, que entonces estaba en segunda división y que subió a la Liga Premier en 1989, pero descendió dos años después.
Antes de regresar a Panamá, Stempel reconoció que fue mochilero, tal vez influenciado por la época de los hippies y de los Beatles. Tras graduarse de bachiller en Inglaterra, viajó a Estados Unidos y de allí recorrió, “a dedo” y una vez en barco, Acapulco en México; varios países de Centroamérica; Panamá; Colombia; Ecuador; Perú y Brasil, al que llegó en tiempos de los carnavales.
Un potencial verde
Unas tres veces había venido a Panamá a ver a su padre junto a sus hijas.
En una ocasión, le dio por conocer el deporte panameño y se dio cuenta, sin haber visto ningún partido de fútbol, que había un potencial grande, aunque estaba verde e inocente.
El INDE
En 1996, se vino solo por más tiempo y fue su padre quien le contactó una cita con el director del entonces Instituto Nacional de Deportes (INDE), Pinto Arosemena, a quien le explicó todo el proyecto que traía de Inglaterra y el dirigente lo vio con buenos ojos. Dijo que más que un entrenador, quería trabajar en un proyecto social y comunitario.
Arosemena le dio el visto bueno y Stempel regresó a Inglaterra para renunciar a su trabajo, pero unas semanas después se enteró de la muerte de Arosemena.
Cuando regresó a Panamá, Eric Ucros estaba a cargo del INDE. Recordó que lo atendió amablemente y le dijo que no podía hacerse cargo del proyecto, porque venían cambios con un nuevo gobierno.
El proyecto se cayó y Stempel comenzó a tocar puertas. Estuvo trabajando en una clínica en las bases militares. Luego tocó puertas en el fútbol infantil a través del Club Rotario.
También iba los fines de semana a Coronado a dar clases de tenis, según recordó.
Durante una charla en el Club Rotario estaba el presidente del Panamá Viejo FC, Roberto Mock, quien se le acercó después de su exposición para hablarle del equipo. Tiempo después formó parte de su club, con el que años más tarde conseguiría el único campeonato en la desaparecida Anaprof y otro de pretemporada con el mismo club, que hoy pasa desapercibido.
“En 1997, la Federación Panameña de Fútbol estaba buscando un entrenador. La voz se corrió de lo que estábamos haciendo en el Panamá Viejo. Todavía no había ganado el campeonato. El señor Rogelio Paredes, que era el presidente de la federación, me entrevistó”, narró.
En su primer reto, alcanzó una medalla de plata en los Juegos Deportivos de San Pedro Sula en 1997 con una selección juvenil.
Sus éxitos
Lo que vino después ya es historia. Stempel le cambió la cara a las categorías menores y sus éxitos se extendieron con las categorías Sub 20, Sub 22, Sub 23, en la mayor, el San Francisco y el Panamá Viejo, alcanzando logros con cada uno de ellos.
“Estoy muy agradecido por todo lo que me ha dado Panamá”, afirmó.
“Yo nunca me imaginaba que Panamá fuera a clasificar a un Mundial, por ejemplo. Los cambios que he visto ahora [...] yo sé que hay gente a la que le cuesta aceptarlos, de cómo se entrenaba en un comienzo, de cómo los jugadores tenían que hacer sacrificios muy grandes. Fueron cambios radicales en 20 años, que en el fútbol no es mucho”, indicó. “Nunca pensé que íbamos a llegar a grandes cosas, con varios mundiales juveniles”, dijo.