James Rodríguez se entrenó ayer por separado de sus compañeros de la selección de Colombia, lo que encendió las alarmas en el equipo de José Pékerman a dos días de definir el pase a cuartos de final de la Copa América.
El volante del Real Madrid se limitó a caminar alrededor de la cancha de San Carlos de Apoquindo, en Santiago, junto con el fisioterapeuta de la selección, Carlos Entrena, mientras el resto del plantel se entrenaba con normalidad.
James apenas tocó el balón, al menos en la parte del entrenamiento que pudo ver la prensa. “Es un golpe, nada más”, dijo el vocero de la selección Mauricio Correa en un correo electrónico a la AP. Es el segundo día que James trabaja leve en comparación al resto del grupo.