La judoca brasileña Rafaela Silva, campeona olímpica en Río-2016, fue despojada de la medalla de oro que ganó en los Juegos Panamericanos Lima-2019 por dopaje, informó ayer la Organización Deportiva Panamericana.
Silva, campeona olímpica en la categoría de los 57 kilos, dio positivo al fenoterol, un broncodilatador prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
El pasado viernes, en una conferencia de prensa celebrada en Río de Janeiro, Rafaela Silva negó haber hecho trampa.
“Estoy limpia”, afirmó la judoca de 27 años. “No hago uso de esa sustancia, no tengo asma, nada, no tengo autorización para usar esa sustancia”, agregó Silva, quien cree que puede haberse contaminado al estar en contacto con la hija de una amiga, que visita con frecuencia el centro donde entrena.
“La única persona que usó esa sustancia fue la hija de una amiga mía que entrena en el Instituto Reaçao”, situado en Río de Janeiro.
“Tengo esa manía de dejar que los bebés chupen mi nariz. Al hacerlo, inhalo lo que ella libera hacia mi cuerpo. Puede haber sido una de las maneras” (de contaminación), argumentó la atleta olímpica.