MADRID, España (EFE) La rusa Alina Kabaeva se proclamó ayer sábado, en Madrid, por segunda vez consecutiva, campeona mundial de gimnasia rítmica, título que suma al logrado el viernes en el concurso por equipos y que puede ampliar hasta con cuatro más en las finales por aparatos hoy domingo.
La dominadora de la modalidad en los últimos tres años ganó finalmente sin demasiados apuros la medalla de oro, pese a que al comenzar la final su compañera de equipo Irina Tchachina tenía serias posibilidades de amargarle la fiesta.
Kabaeva sumó 113,025 puntos, por 109,750 de Tchachina, mientras que el bronce fue para la ucraniana Tamara Yerofeeva (106,225), en permanente lucha con la búlgara Simona Peycheva.
La final se puso tensa desde el principio, pues Tchachina, primera en actuar entre las favoritas, obtuvo en aro una puntuación de 28,450 que era la segunda más alta dada en los campeonatos. Peycheva y Yerofeeva ya se situaron por detrás, algo previsible, pero también lo hizo Kabaeva, que cometió varios errores de precisión con la cuerda -el único aparato en el que nunca ha ganado un título europeo o mundial- y se quedó en 27,850.
Tchachina fue puntuada con excesiva dureza en la segunda rotación, en la que demostró un gran dominio de la pelota, solo alterado por pequeños desequilibrios en los pasos de ballet.
No le resultó difícil a Kabaeva ponerse entonces en cabeza con el aro, uno de los aparatos que mejor le permite exhibir su flexibilidad inigualable, y afianzarse con la pelota, que le proporcionó otros 28,250 que le pusieron el oro más complicado a su compañera de equipo.
Tchachina, con 27,825 en mazas, llegó a la última rotación con 1,575 puntos de desventaja respecto a Kabaeva, un margen insalvable, salvo que ésta cometiera con las mazas un error grave. No lo hizo, y fue recompensada con 28,550, la mejor nota dada en Madrid.
Su rival tenía que estar más que perfecta con la cuerda, pero no alcanzó ese grado de excelencia y obtuvo 26,850 que le dieron, en resumen, 109,750 puntos y la segunda plaza.
Kabaeva, de 18 años, suma así su segundo título mundial individual consecutivo. Posee también tres campeonatos de Europa y una multitud de medallas por aparatos que hoy puede ampliar con cuatro más, pues participará en todas las finales.
Por lo visto en Madrid, queda ya olvidado su error en los Juegos de Sydney, donde una salida del aro, el único fallo en tres días de competición, la obligó a conformarse con el bronce cuando tenía el oro casi asegurado.

