Diez días después de ser electo de forma unánime al Salón de la Fama, llegó el turno para Mariano Rivera de visitar su futura casa en Cooperstown, Nueva York.
Rivera visitó ayer por primera vez el lugar donde descansará su placa como miembro inmortal de las leyendas del béisbol de las Grandes Ligas.
El cinco veces campeón de la Serie Mundial aprovechó el momento para plasmar su firma en la parte de atrás donde próximamente irá su placa.
Mariano Rivera, futuro miembro del Salón de la Fama
A seis meses para que el mejor cerrador de todos los tiempos ingrese al Salón de la Fama, el próximo domingo 21 de julio, Rivera calificó el momento como “especial” y “un privilegio”, poder estar junto a tantas glorias que contribuyeron a formar lo que hoy en día es el juego del béisbol.
“Para una persona que le gusta el béisbol, que es apasionado por todas las cosas que estos hombres hicieron y que nos pasaron a nosotros, no podía ser un mejor día”, dijo Rivera.
El exrelevista de los Yankees de Nueva York aprovechó el tour para dirigirse a la placa de su compatriota Rod Carew, el primer panameño en ingresar a Cooperstown en 1991.
Rivera, de 49 años de edad, caminó por el museo, visitando las diferentes placas de las leyendas, e hizo una larga pausa para contemplar la imagen de Jackie Robinson, el primer pelotero negro en jugar en las Grandes Ligas.
“Definitivamente que fue una ocasión muy especial visitar la placa de Jackie Robinson”, destacó.
“Siendo el último jugador en utilizar el número 42 en honor a Robinson fue increíble. Sé el tipo de jugador y persona que fue, y solo puedo decir que fue un honor y privilegio representar su número”, agregó el lanzador panameño en declaraciones a los medios durante un breve período de preguntas y respuestas en el Salón de la Fama.
Al ser consultado sobre el momento en 1990 cuando abordó el avión en Panamá para ir a Estados Unidos y empezar su carrera, recordó lo emocionado que estaba por haber tenido una oportunidad.
“Si alguien me decía en 1990 que iba a estar en Cooperstown, yo le decía que estaba loco”, indicó.
“Recuerdo salir de Panamá, ver a mi padre, madre, mi novia en ese momento que ahora es mi esposa, mis primos, y no saber qué iba pasar. Nunca había estado en un avión antes. Ahora, casi 30 años después, que estemos hablando de Salón de la Fama, no creo que ni lo podía pensar. Es algo que todos los jugadores lo sueñan, pero está tan lejos del alcance de uno y ahora que lo conseguí, estoy muy agradecido”, detalló.
En cuanto a su experiencia en el Salón de la Fama, mencionó que pudo ver la película de Juan Marichal, lanzador dominicano que ingresó a Cooperstown en 1983, y recalcó que se identificó con su historia.
“Marichal habló de donde vivía en la película y nadie lo podía creer que había llegado al Salón de la Fama y así mismo me siento, viniendo de un pueblo pesquero como Puerto Caimito a Cooperstown, es increíble”, recalcó Rivera.
Los cinco jugadores que estarán ingresando ese día junto a Rivera en la clase del 2019 son Mike Mussina, Roy Halladay, Edgar Martínez, Lee Smith y Harold Baines.
En el caso de Mussina y Halladay ambos entrarán con la gorra del Salón de la Fama, mientras que Rivera entrará con la de los Yankees, Martínez con la de los Marineros, Smith con el logo de los Cachorros y Baines con los Medias Blancas.