Hace cinco años, Allen Córdoba utilizó la plataforma de la Liga Profesional de Béisbol (Probeis) de Panamá para lograr su anhelada firma con un equipo de las Grandes Ligas.
Ahora, está de vuelta en Probeis con los Bravos del Oeste, listo y enfocado para regresar con nuevas energías.
Córdoba, de 23 años de edad, se convirtió el año pasado en el panameño número 56 en jugar en la Gran Carpa cuando subió con los Padres de San Diego en una temporada llena de sorpresas y retos.
Sin embargo, este 2018 no fue nada fácil para el versátil jugador. Luego de sufrir un accidente automovilístico a principios de año, que lo marginó por cinco meses, Córdoba volvió a quedar fuera de acción por una fractura en su muñeca izquierda.
Al final, los Padres decidieron colocarlo en asignación y mantenerlo fuera del roster de los 40.
Pero el jardinero y también jugador de campo interior aclaró en una entrevista con este diario que ya está de vuelta con el equipo de la Liga Nacional, y adelantó que posiblemente arranque la próxima temporada en la categoría triple A.
Sentado en las afueras de unos de los dugouts del estadio Rod Carew, el oriundo de Bocas del Toro aprovechó el momento previo a un partido de Probeis para dialogar sobre los cambios en el béisbol de hoy en día y para mostrar su apoyo al cerrador panameño Mariano Rivera, de quien mencionó que debería entrar al Salón de la Fama sin ningún problema y con el 100% de los votos.
Aquí, el mano a mano con el responsable de conectar su primer hit en Grandes Ligas ante el tres veces ganador de Serie Mundial Madison Bumgarner.
Allen Córdoba
¿Cuáles son tus expectativas para 2019?
Las expectativas para este 2019 son grandes. El equipo todavía tiene muchos planes para mí, me dicen que soy joven, que me prepare bien para que este año empiece en triple A y así tener una oportunidad de regresar nuevamente a las Grandes Ligas.
¿Qué parte de tu juego buscas mejorar en el Probeis?
Mi bateo. En defensa ando bien. Tengo que trabajar con los picheos adentro, que fue lo que me causó un poco de problemas este año.
Debió ser un 2018 frustrante para ti por las lesiones, luego de un 2017 que estuviste toda la temporada en las Grandes Ligas.
Fue un poco frustrante, pero son cosas que pasan, parte del béisbol, y ayudan a uno a madurar y a ser más fuerte mentalmente. Fue frustrante no poder hacer las cosas que tenía planeadas, las lesiones no dejaron que me siguiera desarrollando, pero son cosas que pasan.
¿Existe alguna presión por volver a las Grandes Ligas?
A veces me pongo a pensar en eso y me presiono un poco porque sé que tengo las condiciones para estar arriba nuevamente. Pero tengo que coger las cosas con calma, no apresurarme, seguir con el proceso y dar el 100% siempre para poder regresar.
Mariano Rivera, ¿lo ves entrando al Salón de la Fama con el 100% de los votos?
Es un orgullo que Mariano sea panameño, es un ejemplo. Tiene todos los números para entrar con ese 100%; el periodista que no vota por él, ese no vio la carrera de Mariano. Todo lo que hizo en postemporada, no hay ninguno como él en ese aspecto y por algo es el mejor cerrador de todos los tiempos.
¿Cómo ves los cambios del béisbol hoy en día, con relevistas abriendo partidos, los movimientos en defensa?
Cada vez hay más tecnología en el béisbol. Te estudian bastante. Mira el equipo de Tampa cómo usaba a Sergio Romo para abrir partidos y a veces le funcionaba, otras no. Es parte del béisbol, todos quieren ganar. Ahora con las computadoras y la tecnología todos tienen tus números y eso lo hace más difícil.
¿Qué tanto te beneficia tu versatilidad y el hecho de que puedas jugar en varias posiciones?
Es una ventaja que me ha dicho la organización que tengo. Puedo jugar en los jardines y en todas las posiciones en el infield, y me dicen que eso es una ventaja que tengo sobre los otros jugadores. Cualquier posición que me pongan puedo resolverla. Pero también es algo complicado porque tienes que estar preparado todos los días para jugar cualquier posición.
¿Cómo ves la evolución de la Probeis?
La liga tiene buen nivel, la última vez que jugué en Probeis fue en 2013 y ha cambiado mucho. Casi la mayoría de los peloteros con quienes jugué en ese tiempo están ya en un nivel alto en Estados Unidos. Todo está parejo, buena competencia.
¿Qué lecciones te dejó tu pasaje por las Grandes Ligas en 2017?
La velocidad del juego, es más rápido, allá no se fallan las jugadas. Y los compañeros, los más veteranos como [Erick] Aybar siempre me decían que estuviera pendiente, aunque no estuviera jugando, para aprender. Y gracias a Dios pude representar a mi país en las Grandes Ligas.