Panamá cayó ayer con Uruguay por 3-0 en el estadio Centenario de Montevideo, en el último amistoso antes de encarar la Copa Oro, que comienza la próxima semana.
A diferencia del amistoso ante Colombia, que se perdió el lunes por el mismo marcador, el entrenador Julio Dely Valdés tuvo más elementos de juicio para hacer una valoración, por haber contado casi que con el plantel completo.
Uruguay mostró su poderío y su mejor oficio a pesar de haber comenzado el partido sin sus dos estelares goleadores, Luis Suárez y Edinson Cavani, que entraron en el segundo tiempo.
Panamá tuvo algunos chispazos que llevaron aroma de peligro a la portería de Fernando Muslera, aunque sin exigir al cancerbero.
Maximiliano Gómez abrió el marcador a los 18 minutos, Suárez aumentó a los 68 con un bonito y potente tiro libre, y Federico Valverde cerró la cuenta a los 78 minutos con otro golazo desde afuera del área.
Ofensivamente, Panamá no tuvo mejorías, su delantero José Fajardo pasó sin pena ni gloria ante la falta de llegadas, solo en una combinación con Alberto Quintero intentaron sorprender cuando se acababa el primer tiempo.
En la etapa complementaria, Quintero tuvo una ocasión de cabeza que tiró mal ante pase desde la franja derecha, donde Michael Murillo fue el jugador más incisivo con algunas llegadas.
Defensivamente hubo lagunas por el lado de Kevin Galván cuando Uruguay inclinó sus llegadas por el lado izquierdo, sobre todo en el primer tiempo, de donde salió el primer gol y se gestó otra clara llegada uruguaya que milagrosamente no entró.
El portero Luis Mejía estuvo oportuno por arriba; los centrales tuvieron mucho trabajo y en el mediocampo se careció de orden.
Ahora vendrá la Copa Oro, en la que habrá que mejorar.