La próxima edición de la París-Niza de ciclismo (del 10 al 17 de marzo) espera mantener su marca de fábrica, el suspenso hasta el final de la carrera, pese a una contrarreloj individual larga (25 km) prevista a mitad de la semana.
Por primera vez desde la victoria del alemán Tony Martin en 2011, los organizadores de esta prestigiosa prueba ciclista han diseñado un recorrido, presentado este miércoles en Versalles, con una crono en Barbentane de una distancia similar a la programada en Pau en la próxima edición del Tour de Francia.
Además de la crono, la otra etapa decisiva será la del sábado 16 de marzo, con final en el Col del Turini, una subida mítica del rally de Montecarlo, con 14.9 kilómetros de ascenso y un desnivel medio del 7.3%.
Un recorrido que debería ser favorable a los escaladores colombianos que han anunciado su presencia en esta carrera, principalmente Miguel Ángel López y Nairo Quintana, que tendrán a priori al británico Simon Yates y en el francés Romain Bardet.