Los Patriots son particularmente famosos por aprovechar las segundas oportunidades. Si un equipo desaprovecha una opción de liquidarlos, encontrarán la forma de ganar, como lo hicieron en el último Super Bowl.
El domingo, los Pats volvieron a demostrar esa capacidad de revivir, apoyados de nuevo en Tom Brady, Rob Gronkowski y jugadas defensivas en los momentos cruciales.
Brady y Gronkowski encabezaron el ataque que significó la ventaja a 56 segundos del final, Ben Roethlisberger falló en momentos en que los Steelers estaban por conseguir al menos el empate, y Nueva Inglaterra superó 27-24 a Pittsburgh. Fue otro título para los Pats en la División Este de la Conferencia Americana. Con ello, el equipo ha establecido un récord, con nueve en fila.
“Fue un partido apretado”, comentó Brady. “Simplemente hicimos una jugada más que ellos”. La serie que protagonizaron Brady y Gronkowski fue coronada por Dion Lewis, quien logró el touchdown con el cual los Pats remontaron el marcador.
Esa ofensiva comenzó con una jugada en que Sean Davis, safety de Pittsburgh, dejó que un ovoide se le escurriera entre los dedos. En vez de una intercepción que hubiera puesto fin al duelo, Pittsburgh dio a los Patriots otra oportunidad.
Nueva Inglaterra (11-3) tomó así la delantera en la lucha por el primer puesto de la Conferencia Americana, que concede la ventaja de local en los playoffs. Pittsburgh vio cortada una racha de ocho victorias consecutivas.
Los Pats se cerciorarán de no salir de Foxborough en enero si terminan la campaña con triunfos sobre Buffalo y los Jets de Nueva York. Brady lanzó para 298 yardas, con dos anotaciones y un envío interceptado. Gronkowski, ausente del encuentro anterior por una suspensión, finalizó con nueve recepciones para 168 yardas.
Los Steelers (11-3), quienes jugaron buena parte del encuentro sin el receptor lesionado Antonio Brown, celebraron fugazmente lo que lució como el touchdown del triunfo, luego de la anotación de los Pats.
Roethlisberger conectó con el tight end Jesse James un envío de 10 yardas a las diagonales, a 28 segundos de la finalización. La jugada se invalidó tras consultar la repetición. El árbitro Tony Corrente determinó que James no completó el proceso de la recepción.
“Él perdió completamente el control del balón”, afirmó Corrente a un reportero. Roethlisberger completó un pase con Darrius Heyward-Bey para un avance corto, pero el destinatario no logró salirse del terreno. El tiempo siguió su marcha y, sin pausas disponibles, el quarterback de Pittsburgh corrió a la línea de golpeo.
Fingió que azotaría el balón a fin de parar el reloj, lo que habría antecedido a un intento corto de gol de campo para buscar el empate y el tiempo extra.
En vez de ello, el mariscal de campo se arriesgó y terminó regalando el balón. Su envío a Eli Rogers fue desviado por un rival. El safety de Nueva Inglaterra, Duron Harmon, se apoderó del ovoide.
Los Pats solo debieron arrodillarse en la siguiente jugada para amarrar su tercer triunfo seguido sobre los Steelers. “No vamos a mirar atrás ni a emitir juicios sobre algo o alguien”, dijo Roethlisberger. “Simplemente perdimos un partido. Me interceptaron un pase en la zona de la anotación al final y perdimos”.
