Cuatro personas invadieron brevemente el campo de juego del estadio Luzhniki de Moscú durante la final de la Copa del Mundo de Rusia-2018, cuando Francia derrotaba 2-1 a Croacia, antes de su consagración mundial con el triunfo 4-2 ayer domingo.
Protestas por abusos del Gobierno ruso
Las cuatro personas invadieron el campo de juego en el minuto 53 y fueron rápidamente controladas y retiradas por agentes de seguridad, tras lo cual continuó el juego. Los intrusos portaban uniformes, principalmente de policías, pero en ningún momento intentaron agredir o abrazar a los jugadores en el terreno de juego. Minutos más tarde, el grupo de protesta ruso Pussy Riot afirmó, en sus sitios de internet de Twitter y Facebook, que sus miembros habían protagonizado la intrusión.
Representaban “policías celestes que vigilan a los hinchas del Mundial (...) y el respeto de las reglas de juego”, a diferencia de los “policías terrestres” rusos que “dispersan las manifestaciones” y “lastiman a todo el mundo”, según Pussy Riot.
La banda contestataria explicó que pretendía llamar la atención sobre el problema de los presos políticos que hay en Rusia.
