Sergio Pérez se subirá a su Force India el domingo en el Gran Premio de México para competir ante sus compatriotas. Durante semanas, su rostro ha adornado carteles en esta metrópolis de 21 millones como parte de una campaña de los organizadores locales para exprimir la imagen del piloto mexicano.
Pérez es el único piloto latinoamericano en la Fórmula Uno esta temporada y podría seguir así por varios años. Veteranos y novatos de Europa acaparan la parrilla de 2019, con apenas unas plazas por cubrir.
Pérez no lo sabe. Confía que otros le acompañen. Para ello, deberán superar las barreras financieras y la enorme distancia que separa a los dos continentes.
“Llegar a la Fórmula Uno y mantenerse en la Fórmula Uno es durísimo”, dijo Pérez. Los momentos gloriosos de los grandes pilotos de Latinoamérica pertenecen a un distante pasado.
El británico Lewis Hamilton puede igualar el domingo al legendario argentino Juan Manuel Fangio con cinco campeonatos, la segunda mayor cantidad en la F1.
Brasil fue cuna de los campeones Ayrton Senna, Emerson Fittipaldi y Nelson Piquet. Pero ningún latinoamericano se ha coronado campeón desde Senna en 1991.
Solo hay un puñado compitiendo en las categorías que abren el paso a la F1. El brasileño Sergio Sette Camara es el único latinoamericano en la Fórmula 2, donde finalizó sexto en 2018.
El mexicano Diego Menchaca y el brasileño Pedro Piquet acaban de completar sus temporadas de novato en la GP3. La colombiana Tatiana Calderón también compite en la GP3.
La F1 necesita talento latinoamericano y los pilotos necesitan dinero para poder codearse en un deporte excesivamente caro, advirtió el sueco Stefan Johansson, un ex piloto de F1 que compitió ante Nelson Piquet en los 80.
Se calcula que un piloto necesita de hasta 15 millones de dólares en inversión personal o patrocinios.
Desde que era juvenil, Pérez contó con el apoyo del mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo. Al igual que su compatriota Esteban Gutiérrez, quien compitió en la F1 durante tres años hasta que perdió su plaza tras la temporada de 2016.
Pérez y Gutiérrez se fueron de México cuando tenían 15 años. El otro latinoamericano desde 2012 fue Pastor Maldonado que no compite en la F1 desde 2015.