La historia tiene registrado a Roberto Corbin como el primer futbolista panameño en jugar en Europa, cuando lo hizo desde octubre de 1979 en un club de la segunda división del fútbol suizo.
Sin embargo, un año antes, otro panameño, Federico Ponce, ya estaba jugando en el Viejo Mundo, precisamente en España , en una división regional.
Corbin, nacido en El Chorrillo, había sido recomendado por el entrenador peruano Luis Bidú y probó una semana con el Chenois, un equipo de primera división, pero después pasó al Stoile Espagnole de la segunda división, con el que jugó por dos años hasta fichar años más tarde con el Urania Geneve Sport de la tercera división hasta 1984.
Ponce, también de origen chorrillero, fue uno de los jugadores que anotó uno de los tres goles con los que Panamá derrotó 3-2 a Costa Rica en su primer partido de una eliminatoria mundialista, el 4 de abril de 1976. Dos años después se licenció en derecho y ciencias políticas en la Universidad de Panamá.
En octubre de 1978 Ponce se fue a España por dos años, para hacer su doctorado en derecho en la Universidad Complutense de Madrid.
“Logré jugar en lo que es más o menos tercera o cuarta división, en la región La Mancha y Toledo. No pude jugar en primera división porque ya tenía 24 años y allá se escogía jugadores menores de 20 años”, recordó Ponce, que en sus tiempos era un delantero centro o puntero derecho.
Tocando puertas
“Cuando llegué a Madrid, gracias a unos amigos que les gustaba el fútbol y con los que compartimos hospedaje en la pensión, me fui directo por el Bernabéu a tocar las puertas y decirles que yo quería que me probaran. Lo primero que me preguntaron fue la edad, entonces porque tenía 24 años me dijeron de unos poblados en Madrid y me tomaron la dirección y el teléfono. Unos días después me llamaron para decirme que tenían un equipo para ver si me interesaba. Entonces me fui, entrené, les gustó, y me quedé jugando”.
Ponce recuerda que el primer equipo en el que jugó se llamaba Consuegra, que es de la Confederación de La Mancha y Toledo, un equipo de un lugar en las afueras de Madrid, de la primera regional preferente, que según el ex seleccionado nacional era una tercera o cuarta división.
“A mí lo que me jodió fue que llegué tarde, si hubiera llegado más joven, como Rommel Fernández, a lo mejor hubiera podido jugar en primera división”, sentenció.
Estudio y fútbol
“A mí me quedaba tiempo para estudiar y jugar, porque allá se jugaba todos los domingos. A veces un domingo en casa y el otro como visitante. Entrenábamos dos veces a la semana por la noche, en Madrid, y nos desplazábamos a jugar los domingos a La Mancha y Toledo, que era un trayecto como de una hora en bus”, relató.
Ponce dijo que estudió en España por un préstamo personal de sus padres, que se esforzaron en ayudarle con sus estudios.
“Mi sueño era jugar fútbol profesional y por eso lo intenté”, afirmó.
“Era difícil soñar con llegar a una primera división, pero me pagaban por jugar en pesetas, era por partido. Como estudiante era un extra. Equivalente a 100 dólares por juego, entre 400 y 600 al mes, que era plata”, aseveró.
Ponce jugó con dos equipos más durante los dos años y dos meses que estuvo estudiando en España. La primera temporada con el Consuegra, luego con el Mota del Cuervo, que pertenecía a otro pueblo de La Mancha y Toledo, y el tercer equipo fue el Fuente del Fresno, con el que no terminó la temporada.
Debutó con goles
“Debuté en el Consuegra. Venía de entrenar con ellos y en mi debut hice dos goles y ganamos el partido”, relató.
“Cuando me vieron en la cancha, dijeron que era bueno, siempre era titular desde niño. En España igual”, indicó.
“Les gusté. Marqué como 10 goles en la primera temporada, en la segunda campaña ya no jugaba de centrodelantero, porque había un muchacho de buena estatura allí, y lo hice de delantero derecho, pude haber metido como cinco goles”, rememoró.
“El fútbol español era muy competitivo y todo se basaba en la garra. Era juego físico, velocidad y potencia, sin el tiki taka de hoy. Yo tenía fuerza, velocidad y técnica, y eso me ayudó a descollar”, explicó Ponce.
Señaló que viajó a España con su pase. “Allá no había tantos problemas, sí había que tener el salvoconducto, yo traje el mío de Panamá, que pertenecía al Deportivo Italia y a la Universidad de Panamá, que entrenaba el profesor Orlando Muñoz.
“Con Deportivo Italia quedé campeón goleador juvenil y campeón goleador en segunda división, más tarde pasé a la primera con el Italia. Después cambié a la Universidad, me gustaba porque entrenaban todos los días, era un equipazo”, precisó.
Después de jugar por dos años en España, regresó a Panamá en diciembre de 1980. “Cuando regresé me enteré de que Corbin se había ido a jugar a Suiza”, recordó.
“Con Roberto [Corbin] jugamos juntos en la selección provincial. Él estuvo en Suiza en una división muy superior a la mía. Era un centrodelantero de calidad”, recordó.
El abogado del fútbol
Desde hace 30 años Ponce reside en Chiriquí, casado con chiricana y padre de dos hijos. Hoy tiene 64 años.
Es profesor universitario en la Universidad Autónoma de Chiriquí, enseña derecho romano y derecho civil, tiene su oficina particular en la que ejerce la profesión de abogado.
Ponce además fue federado en los tiempos en que Fernando Samaniego presidía la Federación Panameña de Fútbol. Fue fiscal y más tarde secretario general de la federación.