El rey de los jonrones del béisbol, Barry Bonds, admitió haber usado esteroides que perjudicaron su salud y cambiaron partes de su cuerpo, entre ellas sus testículos, dijo su ex amante Kimberly Bell al testificar en su juicio por perjurio.
Bell declaró al tribunal que Bonds sufrió una serie de problemas, incluyendo impotencia, pérdida de cabello y acné, y él confesó haber consumido esteroides cuando ella le preguntó por una lesión de codo que le estaba costando superar.
“Él decía que era por los esteroides, porque de algún modo causaban que los músculos y tendones crecieran más rápido de lo que la articulación podía soportar, era como que estaba apagado”, testificó la mujer.
Bonds siempre había negado el consumo de esteroides u hormonas de crecimiento, pero fue acusado de mentir a un gran jurado en 2003. El ex jugador, de 46 años, se declaró inocente. Vestido de traje negro, Bonds tomó notas y susurró a sus abogados mientras Bell hablaba sobre su complicada relación.
Bell testificó que Bonds se volvió cada vez más irritable y que la amenazó repetidas veces con “cortarme la cabeza y tirarme en una zanja”.
La mujer también dijo que sus testículos tomaron una forma “inusual”, y que Bonds le preguntó si otras personas se darían cuenta de la hinchazón de otras partes de su cuerpo.
Los cargos de perjurio contra Bonds provienen de un gran jurado hace ocho años, cuando negó haber usado drogas para mejorar el rendimiento y dijo que nunca cuestionó el aceite de lino, las vitaminas, los batidos de proteína y las cremas que le suministraba su entrenador Greg Anderson.
La jueza distrital Susan Illston condenó a Anderson a prisión la semana pasada, luego de que se negara a declarar en un caso que es el último de una extensa investigación sobre el uso de drogas para mejorar el rendimiento en el deporte.