El entrenamiento de primavera tuvo un arranque solemne con los equipos de Grandes Ligas portando gorras en honor a la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland, Florida, donde 17 personas murieron baleadas hace nueve días.
El coach de béisbol de Stoneman Douglas, Todd Fitz-Gerald, y sus dos hijos fueron invitados de honor de los Astros de Houston para el primer juego de pretemporada ante los Nacionales de Washington.
Integrantes de los equipos de béisbol y softbol de la escuela fueron invitados por los Marlins y convivieron con los jugadores, entrenadores y el director general Derek Jeter.
Fitz-Gerald dijo que fue un alivio regresar al deporte que adora y dejar de pensar, al menos por un momento, sobre la matanza del Día de San Valentín que cobró 17 vidas y dejó más de una decena de heridos más.
“Uno no puede expresarlo con palabras”, indicó mientras trataba de contener las lágrimas.
