Rusia renunció a organizar la etapa de la Copa del Mundo de biatlón que debía acoger en Tyumen en marzo, tras ser amenazada con un boicot por varias federaciones después de las revelaciones de 31 casos de dopaje entre biatletas rusos, anunció ayer la Federación Internacional (IBU).
Las federaciones británica, checa y noruega habían anunciado que boicotearían la etapa rusa tras conocer las revelaciones del ‘informe McLaren’.
El doble campeón olímpico francés Martin Fourcade había asegurado hace una semana que si la Federación Internacional se mostraba demasiado clemente él mismo organizaría el boicot.
“Es un primer paso importante de la Federación Rusa de Biatlón (RBU) para mostrar a la IBU y al mundo del deporte que se toman la situación actual muy en serio”, afirmó el presidente de la IBU, Anders Besseberg, en un comunicado.
Además de la etapa de Tyumen (9-12 marzo), la RBU renunció además a ser sede del Mundial júnior que iba a disputarse en Ostrov (22 febrero-2 marzo).
El patinaje también decidió cambiar su sede.
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