Según el diario francés Le Monde, Papa Massata Diack, hijo del expresidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Lamine Diack, recibió un pago por valor de $1.5 millones de una sociedad ligada a un rico empresario brasileño.
Esta información vuelve a sacar a la luz las sospechas de corrupción que rodean a la asignación de Río de Janeiro como ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos de 2016.
Según el periódico, la justicia francesa “dispone de información concreta que pone en duda el proceso de elección por el que Río se convirtió, el 2 de octubre de 2009, en Copenhague, en ciudad olímpica”, cuando se eligió la urbe que acogería los Juegos de 2016.
“Los investigadores sospechan de maniobras destinadas a comprar votos de miembros del COI (Comité Olímpico Internacional)”, añade el rotativo.
La investigación se ampara en el pago, según Le Monde, el 29 de septiembre de 2009 (tres días antes de la votación), de $1.5 millones por parte de la empresa Matlock Capital Group, vinculada al empresario brasileño Arthur César de Menezes Soares Filho, a Pamodzi Consulting, la compañía de Papa Massata Diack.
Por aquel entonces, el padre de Massata Diack, Lamine Diack, era presidente de la IAAF y miembro del COI, señala el diario.
“El COI es parte civil de la causa iniciada por las autoridades galas contra Lamine Diack y su hijo, Papa Massata Diack, consultor de la IAAF por aquel entonces”, se justificó por su parte ayer viernes el Comité Olímpico en un comunicado.
Además, Le Monde asegura que el exatleta namibio Frankie Fredericks recibió $300 mil de la empresa de Papa Massata Diack el día de la elección de Río de Janeiro como ciudad olímpica.
Fredericks afirmó que ese pago fue efectuado “conforme a un contrato fechado el 11 de marzo de 2007” y que el jueves contactó a ese respecto con la Comisión de Ética de la IAAF, precisó el COI en su comunicado.