Pocos se lo imaginaban, pero sucedió para sorpresa de muchos. Los nueve cambios que hizo Julio Dely Valdés ante Estados Unidos respecto al último partido que se jugó en esta Copa Oro, dieron la oportunidad para ver a los jugadores que tenía Panamá en el banco. Pienso que para los nuevos era el partido ideal para jugar, por no haber una clasificación de por medio.
Es fácil leer el periódico del lunes, como dice un refrán futbolero. Hoy decimos que si el miércoles no se jugaba más que el primer lugar, para qué arriesgar. Igual que hizo Estados Unidos. Pero tengan por seguro que otra cosa hubiese pasado si alguien comete un “craso error”, como pasó con la Sub-20 en el Mundial de Polonia. Hoy no estuviéramos hablando de lo novedoso de Julio Dely para rotarlos a todos, sino del error de haber cambiado a todo el equipo. Afortunadamente, los jugadores cumplieron con la confianza que les depositó el entrenador y no cometieron errores, más allá del gol en un tiro de esquina donde faltó más orden para no permitir el tanto de Altidore.
En lo deportivo me gustó el rendimiento y sacrificio de Omar Browne. Sus pases largos fueron el arma panameña en la última parte del primer tiempo, algunos pases no alcanzaron el objetivo, pero fueron jugadas claves que no se aprovecharon con José Fajardo, en unas por los balones divididos que le tiraron y en otra por su mala ubicación. Pero se hizo evidente que en una par de ellas se le hizo daño a la última línea de los gringos.
Fidel Escobar fue otro de los jugadores destacados. Por el momento nos olvidamos de la lesión de Aníbal Godoy. Lo vimos multiplicarse atrás y aportando adelante.
A final se perdió y terminamos con la misma excusa. No era el primer equipo, aunque hay que reconocer que Estados Unidos fue más con sus suplentes que los nuestros.
El partido fue de mucho aguante atrás, pero los nuestros respondieron con orden. En el segundo tiempo la situación cambió con el ingreso de Edgar Yoel Bárcenas y Michael Murillo, en el que vimos la diferencia entre los que son titulares y los llamados suplentes. La confianza que tuvieron estos dos jugadores, por ejemplo, no la vi en la mayoría de los nuevos que comenzó el partido, aunque como pasó en el primer tiempo, también con Bárcenas faltó precisión en el último pase.
Se perdió finalmente contra un rival que siempre se nos hace difícil con el plantel que sea. Sin embargo, aplaudo la posición del entrenador por la rotación, no todos los días lo vamos a ver, así no nos haya gustado el comportamiento de unos o de otros. La conclusión final que saco de este partido, es que titulares son titulares y suplentes, suplentes.