Un pitcher de los Cardenales de San Luis alcanzó un hito en su carrera, mientras que otro cimentó su reputación como uno de los relevistas más difíciles de enfrentar en las mayores.
Adam Wainwright dominó lo suficiente en un día frío, al permitir una anotación para la victoria número 150 de su carrera, y los Cardenales doblegaron ayer 5-2 a los Cerveceros de Milwaukee para completar una barrida de tres juegos.
“Tiene una gran significado para mí”, dijo Wainwright. “Me enorgullece ser un Cardenal de toda la vida, y ganar la mayoría (de los juegos) con mi hermano (el receptor) Yadier Molina”.
Christian Yelich, el MVP de la pasada temporada, recibió descanso, pero igual tuvo una oportunidad de rescatar a los Cerveceros. Emergió como bateador emergente con las bases llenas en el noveno inning, pero Jordan Hicks lo ponchó para acreditarse su séptimo salvado en ocho oportunidades.
Hicks, quien tira una recta de 100 mph-plus, apeló a solo una recta en sus cinco lanzamientos ante Yelich, el único bateador que enfrentó. Sentenció el ponche con un cambio de 91 mph, para su séptimo salvado en ocho oportunidades.
“No voy a contarles lo que dice nuestro reporte de scouts, pero obviamente nos enfrentamos a un excelente bateador”, dijo Molina. “Está encendido y hay que ser inteligente en esa situación”.
Wainwright (2-2) esculpió su primera apertura de calidad en un juego en el que la temperatura al inicio fue de 60 de grados Fahrenheit.