En la piscina Adán Gordón se pasa trabajo. Pocas cosas funcionan, aunque todo lo compensa un rico chapuzón en sus aguas, que han sido tratadas con el cloro que por dos meses han comprado los clubes de natación que la utilizan.
Su jornada comienza a las 5:00 a.m. con la llegada de nadadores que buscan reforzar su ritmo antes de ir a la escuela y termina cuando los rayos de la luna golpean la cabeza de los atletas del waterpolo.
Es un largo día para una piscina que ya luce cansada y que fue fundada en 1938 en honor a Adán Gordón, primer y único representante de Panamá en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928.
Su entrada, un portón pintado de rojo, parece ser lo único que no envejece ni se deteriora dentro de la piscina que en un tiempo tuvo dimensiones olímpicas y que está a la espera de ser demolida.
Mientras eso llega, el vetusto coliseo se convirtió en la sede de los clubes que practicaban en la piscina Eileen Coparropa, cerrada desde febrero pasado por reparaciones.
El calor humano es otro paliativo para curar las heridas de la vieja piscina. Más de 100 nadadores la utilizan diariamente, sin contar que en horas de la mañana recibe a personas de la tercera edad, un club de la policía y algunos tritones que la buscan como refugio del calor.
Sus usuarios conocen de sus problemas, pero no quieren dar la cara por temor a represalias. En la piscina entrenan los clubes Aquatiger, La Salle 2000, Delfines Azules, Halcones Rojos, un club de la policía, la selección de polo acuático, de lunes a domingo. El descanso llega en la mañana del lunes, cuando hay jornada de limpieza.
La entrada de la piscina lleva directo a una pequeña recepción en la que se deja el carné, uno de los requisitos indispensables y luego se pasa a los vestidores, donde comienza la odisea. No hay cubículos para dejar los artículos personales, un viejo banco al que no se le distingue el color lo adorna, siguen los baños, que a veces funcionan, con un cubo al lado por si acaso y falta de agua en las regaderas, si la presión no es óptima.
Antes de entrar a la piscina de nuestro patrimonio hay una regadera que echa agua a cuentagotas y cuyo desagüe está tapado.
Las que peor la pasan son las niñas, que después de nadar tienen que lavarse el cabello con tanques de agua que sus madres recolectan de un viejo lavamanos.
“Nos bañamos con una totuma después de terminar nuestros entrenamientos en la mañana”, reclama en broma una de las usuarias que entrena antes de ir a la escuela.
Contó de sus penurias y de lo bien que lo pasa en el agua, inocente de que su club ha tenido que invertir para mantenerla en óptimas condiciones y evitar que sea cerrada, como le ocurrió a la de David, Chiriquí.
Los jóvenes se olvidan rápido de los problemas tan pronto se zambullen, dando paso para que otros se conviertan en los protagonistas. Por dos meses los clubes que practican día y noche han comprado unos cinco tanques de cloro, ante la escasez que sufre el Instituto Panameño de Deportes, encargado de suplir el químico. Cada tanque cuesta 165 dólares y dura tres días.
La piscina Adán Gordón, que ya tiene 78 años de estar funcionando como lugar de entrenamiento para muchos atletas, espera en estos momentos por ese cloro y nuevas instalaciones.
La falta del cloro surgió cuando una empresa impugnó el acto de licitación de compra, lo que trancó todo el proceso y provocó el desabastecimiento en todo el país.
La ayuda llega este miércoles, justo a tiempo para la piscina Adán Gordón, que solo tenía cloro hasta ayer, según un vocero de uno de los clubes; aunque se dio a conocer que otro tanque venía en camino y que duraría hasta pasado mañana.
La licitación por el orden de 60 mil dólares servirá para la compra del cloro en pastilla, cloro granulado, algicidas, soda ash, entre otros químicos que se necesitan para mantener tratadas las aguas de las piscinas de David, en Chiriquí; Santiago, en Veraguas; La Villa y Las Tablas, en Los Santos; Chitré, en Herrera; Aguadulce, en Coclé, Arraiján, en Panamá Oeste, Paraíso, Adán Gordón y Eileen Coparropa, en Panamá.
La empresa Moderna Comercial se ganó la licitación y debe estar repartiendo los insumos a las distintas piscina que administra Pandeportes en todo el país para acabar en parte con la agonía de la piscina Adán Gordón.
Un informe con fecha del 20 de marzo de 2015, realizado por la empresa española Fluidra para el Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes), menciona que la infraestructura no garantiza un uso eficiente, seguro y saludable de los usuarios.
Además, señala los problemas de filtraciones, de una sala de máquinas obsoleta y del deterioro de los filtros. Sobre la instalación (vestuarios, oficinas y baños), explicó que presenta problemas que podrían afectar la seguridad e integridad de los usuarios o personal.
Poco ha cambiado de esa realidad. El jefe de coliseos de Pandeportes Juan Carlos Pringle informó que “el cloro está por llegar este miércoles y que la piscina Adán Gordón espera por un refrendo de Contraloría para que sea demolida y construida”.
Se pudo conocer que el proyecto tiene un costo aproximado de 3 millones de dólares y comprende la demolición, diseño y construcción de una nueva fosa de piscina de natación, fachada de la instalación y graderías techadas, además, la edificación de la nueva torre de trampolín, remoción de equipos y accesorios del sistema de bombeo y filtrado, y el cambio en el sistema eléctrico.
La piscina tendrá las medidas de 50 metros de largo por 22 de ancho, con 8 carriles, nada mal para una piscina que queda al lado de una estación del Metro, por lo que se ha convertido en un destino fácil de llegar.
Otro de los puntos que tocó Pringle es la compra de bombas para las piscinas de Aguadulce, Santiago, Las Tablas, La Villa y Arraiján, por casi $139 mil dólares.




