Víctor René Mendieta recuerda que la diferencia de la selección nacional que sacó un empate 1-1 contra Costa Rica en Alajuela hace 29 años, se debió a la calidad de jugadores que había.
“Si se revisan todos los nombres que había en ese momento, eran jóvenes, pero de muchísima calidad, que venían creando su ilusión de ser jugadores de fútbol a nivel internacional y que esa fue la diferencia, quizás contra un equipo ya consolidado como era el de Costa Rica allá en el estadio Alejandro Morera Soto”, explicó Mendieta.
“Todo eso se reflejó por el esfuerzo de la camada de jóvenes con talento que había en la selección, sin nada. Ni recursos económicos ni deportivos, era más que todo el ímpetu del trabajo. También hay que darle un mérito al entrenador, que en su momento pudo reunir esa camada de jugadores con los que le empató allá en un partido sensacional y con un portero como Ángelo Evans, que estuvo a otro nivel”, agregó.
El 1-1 del 17 de julio de 1988 en Alajuela, en la eliminatoria para Italia 1990, es el único empate de Panamá en suelo costarricense en 7 partidos de eliminatoria mundialista, los 6 restantes fueron derrotas en 1976, 1980, 1992, 2005, 2013 y 2016.
El empate, con un tanto de René Mendieta, avivó las esperanzas de una fanaticada que apenas llevaba cinco meses alentando a los equipos que formaban parte del nuevo proyecto de fútbol no aficionado conocido como Asociación Nacional Pro-Fútbol (Anaprof), en una época de zozobra social, política y económica en tiempos de los militares.
A los 16 minutos, Mendieta finaliza una jugada rápida hilvanada entre Rubén Tátara Guevara y Rommel Fernández, al recibir un balón por el centro y anticiparse a la salida del portero Gabelo Conejo.
Claudio Jara empató a los 26 minutos. Panamá terminó con un jugador menos por expulsión de Carlos Acosta a 10 minutos de terminar el primer tiempo.
En Alajuela se sacó un empate con sabor a victoria, pues de acuerdo con los reglamentos de entonces, el gol valía doble.
La historia fue otra en el partido de vuelta en el entonces estadio Revolución, donde los ticos arrancan con un gol de camerino antes de jugarse el primer minuto y después anotaron el segundo ante un lleno completo en el hoy llamado Rommel Fernández.
Mendieta comenta que llevaba unos meses jugando en El Salvador con el Cojutequepe, con el que fichó en 1988 e, incluso, llegó a estar en un par de partidos con el Plaza Amador, en el comienzo de la Anaprof.
“Mi trayectoria en el fútbol era prácticamente con la selección y en el plano local, igual que la del resto del grupo”, apuntó.
Mendieta, Guevara, Armando Dely Valdés y Rommel Fernández eran los legionarios del seleccionado.
Mendieta rememoró que por esos tiempos la misma organización de la federación era muy incipiente.
“La eliminatoria no era fácil para nosotros, porque no había los recursos, los militares eran los que apoyaban al 100% a las delegaciones cuando iban a competir a nivel internacional; pero los recursos para el jugador no existían como los hay hoy”.
“Para conseguir el pasaje aéreo, era todo un laberinto, participábamos con una preparación muy baja, porque había cuatro que jugábamos afuera, el resto lo hacía acá y tenía que trabajar manejando taxi, en la construcción, etc., y luego entrenar, pero había una camada importantísima de talento que venía subiendo, ya se veía que traían una fortaleza mental y futbolística”, destacó Mendieta, quien añadió que “había otros jugadores que ya proponían internacionalmente, como lo estaban demostrando Armando Dely y Rommel Fernández”.
Por esos tiempos, la eliminatoria era directa, ya sea ante las selecciones de Costa Rica, Honduras o El Salvador, que venían volando, por eso no había mayores opciones, se lamentó el exjugador.
POR ENCIMA DEL HOMBRO
“Había muchos altibajos en la selección por el poco desarrollo en algunos jugadores, un 40% estaba en buen nivel, pero un 60% tenía limitaciones en la preparación física y deportiva por sus compromisos personales”, precisó.
Mendieta dice que tanto ayer como hoy, Costa Rica mira a Panamá todavía por encima del hombro.
“La muestra es el portero Navas, que está en un equipo de primer mundo y otros que militan en Europa, nosotros no hemos tenido la suerte de colocar otro jugador en Europa que se consolide y que se mantenga por mucho tiempo, como lo hicieron en su momento Julio Dely Valdés y Rommel Fernández”, agregó.
RECUERDO DE ESE 1988
Analizando fríamente y transportándose a ese partido del 17 de julio de 1988, Mendieta aseguró que no hubo temor en el grupo.
“Creíamos en el talento, teníamos un carácter, independiente de que no había nada para el jugador; pero teníamos una certeza de nuestras condiciones, que no nos importaba contra quién jugábamos en ese momento. Sabíamos que era complicadísimo, porque era un estadio lleno y no estábamos acostumbrados a jugar con estadios llenos, quizás los que jugaban afuera sí, pero otros no tenían ni idea de eso”, recuerda.
Enfatizó en que “teníamos una convicción y una certeza, un amor patriótico, estábamos cansados de que siempre Costa Rica nos ganara. Nos reunimos, conversamos, salimos con la convicción de la bandera, nos pusimos metas, como que hasta ese partido se iba a terminar la hegemonía de los ticos, porque estábamos convencidos de que íbamos a ganar por el gran talento que había y el amor propio nos hizo reaccionar”.
Recordó que en la cancha hubo mucho respeto ese día. “Independiente de que ellos tenían más recorrido, los nombres de Rommel, Armando, Guevara y Mendieta, que jugaban afuera, se conocían. Cuando comenzó el partido se dieron cuenta de que al frente había un equipo capaz, y lo evidenciaron cuando le marcamos el gol. Se dieron cuenta de que sí era un partido complicado y a ellos les costó empatar”.
RELATO DEL GOL
El gol lo recuerda como si fuera hoy. Así fue el relato: “Un balón que se recupera en la zona defensiva, se la dan corto a Armando y él la pasa a Tátara ya en la mitad. Rommel se mueve unos metros adelante, se la tocan, yo le hago un movimiento a Rommel entre el lateral y el central; Rommel me la filtra entre los dos, prácticamente a la esquina del área grande, entonces sale Gabelo, se vence hacia la izquierda en una jugada muy cerrada, porque me achicó muy bien, y yo de pierna derecha se la toco por arriba y le hago un sombrerito al palo derecho, la pelota se fue lentamente”.
Mendieta dice, sobre el gol, que en la confección de la definición se vio la calidad de cómo se pasó de una zona a la otra con uno y dos toques.
Estuvieron en ese partido Ángelo Evans, Rogelio Clark (Essaú Young), Franklin Delgado, Alfredo Poyatos, Carlos Acosta, Jesús Julio, Luis Ábrego (Carlos Barrios), Rubén Guevara, Frank Lozada, René Mendieta y Rommel Fernández.
MENSAJE
Mendieta envió un mensaje para mañana a esta nueva generación que se mide a Costa Rica.
“A Panamá, siempre le ha costado ganarle a Costa Rica como visitante. Hoy hay un grupo que reúne mucha experiencia y ya no les puede asustar nada. El roce internacional lo tienen plasmado, simplemente que conversen, que se reúnan; aparte de lo que les diga el técnico, tienen que reunirse y decir hasta aquí. Muchos están en su última etapa, el pasado ya pisado, hoy es el presente”.
Y agregó: “Si están a un paso de una copa del mundo es porque lo han demostrado. A los nuevos, los veteranos tienen que orientarlos, y los mismos veteranos tienen que consolidarse, saber que el empuje de ellos debe de ser vital”.
Finalmente les dijo: “Piensen que es el momento de despegar, que de todo lo acumulado como deportista es el momento que den el golpe de autoridad para que le digan a Costa Rica que aquí estamos y que queremos clasificar, que es nuestra última etapa, que ya es el momento de dar ese paso”.