Francia está a dos pasos de unirse al exclusivo club de potencias que han ganado más de una vez el Mundial.
Bélgica acaricia algo inédito.
Dos selecciones pletóricas de talento individual, capaces de desplegar ataques vertiginosos y por momentos vulnerables en la zaga chocan hoy en San Petersburgo, en un duelo de vecinos europeos que promete goles y donde el premio es el boleto a la final.
“Somos de países que colindan entre sí, conocemos a muchos jugadores bien, porque juegan en la Liga Premier”, destacó ayer el arquero francés Hugo Lloris en la conferencia previa al encuentro. “Entre los dos equipos tendremos a tremendos jugadores en la cancha, así que será un partido de alto nivel”, agregó.
La apuesta francesa
Dinamizada por el juvenil delantero Kylian Mbappé, Francia busca instalarse por tercera ocasión en una final mundialista, tras coronarse en 1998 y sucumbir en 2006. Su técnico, Didier Deschamps, y un grupo de jugadores atrevidos se muestran conscientes de que un título en el Mundial les permitiría alcanzar a Argentina y Uruguay, con dos copas en sus arcas. Pero Les Bleus no pueden fiarse.
“Por el momento, solo trato de concentrarme en ganar la semifinal de la Copa del Mundo, no en jugar la final”, dijo Deschamps cuando se le preguntó su opinión sobre la oportunidad de unirse al alemán Franz Beckenbauer y al brasileño Mario Zagallo como los únicos que se han coronado en el Mundial como jugadores y técnicos.
Francia ha tenido uno de los mejores desempeños una vez que dejó atrás ligeras turbulencias en la fase de grupos, donde cosechó victorias sobre Australia y Perú, antes de empatar ante Dinamarca. En los octavos de final, eliminaron a Argentina por 4-3 con el destacado doblete de Mbappé, de 19 años.
El extremo del Paris Saint-Germain acumula tres dianas, el mayor número de un jugador adolescente desde los seis que consiguió Pelé a los 17 años en 1958.
Y en cuartos superaron 2-0 a Uruguay, que les allanó el camino con una pifia del arquero Fernando Muslera. Aunque fue ampliamente superior ante Argentina, los franceses encajaron tres goles. Ello ha hecho que algunos cuestionen la fragilidad de la defensa.
La ofensiva belga
Bélgica le apuesta a esta generación para superar su mejor papel histórico, las semifinales de 1986.
Durante aquel Mundial en México, la selección belga de Vicenzo Scifo, Jean-Marie Pfaff y compañía perdió por 4-2 el partido por el tercer puesto, precisamente ante la Francia de Michel Platini.
Dicho encuentro constituye uno de los únicos dos antecedentes de choques entre franceses y belgas en la Copa del Mundo. El otro se remonta a 1938, cuando los franceses se impusieron 3-1 en París.
Sin embargo, esta Bélgica luce diferente a sus antecesoras, pues no solo dispone de nombres destacados, sino de un ataque perfectamente distribuido.
Nueve jugadores belgas distintos han marcado al menos un tanto en Rusia. Lukaku lidera su ofensiva con cuatro, mientras que Hazard ha marcado dos.
“Es una oportunidad única para todo el equipo, para toda Bélgica y para todos los que han hecho un duro trabajo que se ha hecho no solo durante dos años, sino por al menos 15 años, desarrollando a estos jugadores jóvenes... ganar una semifinal, ante Francia”, resaltó el técnico de Bélgica, Roberto Martínez.