El serbio Novak Djokovic (N.2) conquistó por octava vez el Abierto de Australia, al batir en la final al austriaco Dominic Thiem (N.5), ayer domingo en Melbourne, triunfo que le sirve para alcanzar los 17 torneos de Grand Slam y recuperar el número 1 mundial.
Djokovic, que venció en cinco sets por 6-4, 4-6, 2-6, 6-3 y 6-4, se queda a dos ‘grandes’ de Rafael Nadal (19) y a tres de Roger Federer (20) en la carrera por el récord que mantienen las tres leyendas del tenis.
“Sin duda es mi torneo favorito. Estoy bendecido por haberlo ganado ocho veces”, declaró al recoger el trofeo.
“Felicidades Novak, con Roger y Rafa has llevado el tenis a otro nivel. Me siento honrado por jugar en esta época, incluso si esta noche me ha faltado un poco”, dijo Thiem.
“Has podido ganar esta noche, y tendrás el tiempo de ganar no solo uno, varios torneos del Grand Slam”, le respondió Djokovic.
La noche perfecta del serbio de 32 años en la Rod Laver Arena la completó su recuperación del número 1 mundial, en la lista de la ATP que se publica hoy, desbancando a Nadal, eliminado por Thiem en la ronda de cuartos de final de este Abierto de Australia.
Djokovic se convierte en el tercer jugador en la historia en ganar ocho o más ediciones de alguno de los cuatro grandes. Los otros dos son Nadal en Roland Garros (12 triunfos) y Federer en Wimbledon (8).
Thiem, de 26 años, pasará del quinto al cuarto lugar de la ATP. Llamado a tomar el relevo de los tres gigantes del tenis, perdió su tercera final de Grand Slam, tras haber cedido ante Nadal en Roland Garros 2018 y 2019.
Remontó ayer tras la pérdida del primer set y llegó a estar con 2-1 en el marcador, en un tramo del partido en el que Djokovic se mostró irreconocible. El serbio estuvo apático, en ocasiones sin ofrecer resistencia a Thiem. Un paso por el vestuario le hizo despejar la mente y recuperar el vigor físico.
“Mi energía se colapsó por completo. Me comencé a sentir mareado, no me creía lo que me pasaba. Estuve a punto de perder el partido”, explicó Djokovic en rueda de prensa sobre su bajón.