La vigente campeona mundial de baloncesto, España, entró en liza en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 con una victoria 88-77 sobre la anfitriona, Japón, ayer lunes en Saitama, con una sólida actuación de su base Ricky Rubio, 20 puntos y 9 asistencias.
En fase de rodaje, pero con la necesidad de lograr una victoria en un torneo olímpico que no admite errores, España ganó a la “cenicienta” del grupo C, que incluye a la subcampeona mundial Argentina y a Eslovenia, que la derrotó este lunes con una histórica actuación de Luka Doncic, autor de 48 puntos.
España regresó a Saitama, en las afueras de Tokio, al pabellón en el que se proclamó campeona del mundo por primera vez, en 2006, arranque de una época de gloria en la que ha cosechado un espectacular palmarés, incluidas tres medallas olímpicas –plata en Pekín-2008 y Londres-2012, bronce en Rio-2016–.
Lo hizo enfrentándose a un equipo local con la inyección de confianza que le supone haber batido a Francia en la preparación. Sin su público, dirigida por el argentino Julio Lamas, consiguió competir con España en muchos tramos del duelo.
A pesar de la sensación de superioridad existente desde el principio, a España le costó encontrar sensaciones. Tras 15 minutos de juego, el partido iba empatado 26-26.
Entonces, el equipo dirigido por Sergio Scariolo consiguió por fin plasmar su superioridad, con Ricky Rubio (11 puntos y 4 asistencias en el primer periodo) al frente de las operaciones, sólida en defensa y corriendo con facilidad.
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