Han pasado ya cerca de dos meses desde el último grito de gol en la Liga Panameña de Fútbol (LPF). El canto se escuchó un 8 de marzo en el estadio Maracaná de El Chorrillo.
Dada la fecha, surge una pregunta para los fanáticos: ¿Saben quién hizo esa anotación?
Si la respueta es Rubén Barrow, quien marcó de tiro penal para el Costa del Este en la victoria por 1–0 sobre el San Francisco FC, seguramente estos hinchas pertenecen a ese segmento de aficionados que no puede esperar el regreso del fútbol nacional. Más cuando se tienen noticias del fútbol de Costa Rica, donde los equipos volvieron a los entrenamientos el pasado viernes en medio de estrictas medidas de seguridad.
Ante esta realidad en el país vecino, surge otra pregunta: ¿Cuándo volverá el fútbol en Panamá?
Primeros pasos
Una primera respuesta ante esta inquietud fue presentada ayer por Mario Corro, director ejecutivo de la LPF. Corró apuntó a agosto como posible mes para un retorno de las actividades futbolísticas locales. “La idea básica es que a finales de agosto podamos arrancar el torneo”, anticipó.
El dirigente reveló además la intención de dar inicio a las actividades antes de que se termine julio, con una primera fase de pretemporada y bajo medidas especiales de distanciamiento, siempre y cuando se tenga el visto bueno del Ministerio de Salud.
Y para esto, Corro detalló que trabajan en la creación de una comisión médica como un paso inicial para dar comienzo a las primeras conversaciones con el Ministerio.
Esta comisión estará comformada por los doctores Gerinaldo Martínez, jefe médico de la Federación Panameña de Fútbol (Fepafut) e integrante del Comité Médico de la FIFA; Luis Fidel Sevillano, médico de la Fepafut; Jazmín Ceballos, especializada en Salud y Seguridad Ocupacional; Diana Guzmán, de la Asociación Española de Médicos de Equipos de Fútbol; y Julio César Sandoval, asesor médico respecto del Covid–19 en el Minsiterio de Salud. “Todos trabajan ad honorem”, señala un comunicado de la Fepafut.
Corro adelantó que esta semana está programada una reunión con el Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes) para presentar el plan piloto, y que luego se reunirían con las autoridades sanitarias para ir avanzando en la manera en cómo será ese retorno al fútbol.
En este punto, el expresidente del Sporting San Miguelito mencionó que cada equipo de la LPF debe contar con su grupo médico para ir preparando todas las medidas especiales contenidas en el protocolo de seguridad, una vez se reinicien los entrenamientos.
No olvidemos que Panamá lidera la región centroamericana en el número de casos positivos del nuevo coronavirus, con más de 7 mil personas contagiadas, y esto significa que el regreso del deporte no será tarea fácil.
Principales inquietudes
En el ámbito médico, dos fisioterapeutas comparten sus dudas ante el posible regreso de la LPF en tiempos del coronavirus.
Larissa Pérez, fisioterapeuta del Tauro FC, muestra su preocupación con un posible contagio en los jugadores, si se vuelve muy pronto a la actividad.
Y Javier González, fisioterapeuta del Club Atlético Independiente (CAI), pidió mayor docencia para los futbolistas y una mejor planificación para evitar improvisaciones cuando vuelva a rodar el balón.
Pérez —la profesional de la salud del Tauro—, recuerda que la mayoría de los equipos de la LPF al no ser propietarios de sus propias instalaciones deben compartir los lugares de entrenamiento con otros deportistas, lo que en definitiva complica la desinfección y limpieza de los estadios.
Con seis años de laborar con el cuadro taurino, Pérez menciona los obstáculos de obtener las pruebas de la Covid–19 y realizarlas en todos los jugadores, sin importar aquellos que no presentan síntomas.
Recordemos que por lo visto en otros países, la aplicación de pruebas en todos los jugadores, es uno de los requisitos principales que deben superarse para retomar los entrenamientos.
“Para comenzar, debemos tener las medidas claras”, dice Pérez. “Una vez suceda esto, tanto con jugadores como con miembros del cuerpo médico y los demás involucrados, podremos dar los siguientes pasos con las pruebas, medidas de temperatura y demás medida de acción”.
Docencia y planificación
Por su parte, González, como fisioterapeuta de uno de los pocos equipos dueño de sus propias instalaciones, va más allá de lo que pueda suceder dentro de la cancha, y fija su atención afuera de ella.
El especialista menciona labores como el lavado de los uniformes y el transporte de los jugadores, más las otrasmedidas de higiene necesarias a la hora de la llegada de los jugadores al entrenamiento.
“Antes de pensar en iniciar las prácticas, habría que hacer una logística de todo lo que representa para el jugador”, dice González.
Tanto el CAI como el Universitario presentan una ventaja en un posible regreso: ambos clubes tienen sus propias instalaciones.
El fisioterapeuta del CAI reconoce que el equipo tiene un plus al contar con una cancha propia en el área del Río Congo, La Chorrera, y otra en la vía Israel.
No obstante, aclaró que la movilización de los jugadores, dado que no todos ellos tienen su propio automóvil, podría presentar otro problema.
En este punto indica que el CAI maneja su propio transporte y que solo habría que elaborar una estricta logística para coordinar el traslado de los jugadores.
“Lo importante es que antes del inicio de los entrenamientos, se haga docencia especial con los jugadores y que no lleguen de forma improvisada, y así cada uno sabrá como es el protocolo de seguridad”, aclaró.