El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) ganó in extremis el Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1, en el que sufrió un pinchazo en la parte final, pese a lo cual pudo cruzar la meta justo delante del holandés Max Verstappen (Red Bull).
Hamilton, que amplía a siete su récord de victorias en el Gran Premio de su país, da un nuevo paso hacia un séptimo título mundial, aumentando su ventaja en la general.
Llegó a este Gran Premio con cinco puntos de ventaja sobre el segundo, su compañero, el finlandés Valtteri Bottas, que pinchó también en la parte final de la carrera en Silverstone y no pudo sumar puntos en esta ocasión, al acabar apenas undécimo.
Bottas sigue segundo de la general, pero ahora a 30 puntos de Hamilton. Verstappen es tercero, a 6 puntos de Bottas y a 36 del líder.
Antes del emocionante final, la carrera había resultado relativamente insípida, con los dos Mercedes dominando en cabeza sobre sus rivales. Pero la sucesión de pinchazos en las vueltas finales cambió el guión del Gran Premio.
“Hasta esa última vuelta, todo iba bien. Pero cuando escuché que Valtteri había pinchado miré mis neumáticos y todo parecía ir bien, pero de repente pinché. Intenté conservar la velocidad sin romper la llanta”, explicó Hamilton tras cruzar la meta. Verstappen dejó escapar la victoria seguramente por detenerse en la penúltima vuelta para poner neumáticos nuevos, que por lo menos le permitieron batir récord de vuelta y conseguir un punto suplementario por firmar la vuelta más rápida.

