En un encuentro lleno de precauciones, un infortunio decantó la balanza. Suecia volvió a los cuartos de final y Suiza seguirá esperando.
Un disparo de Emil Forsberg, desviado por un rival hacia las redes, catapultó a los suecos a la victoria por 1-0 sobre Suiza.
Las dos selecciones extremaron los cuidados durante el primer tiempo y casi la mitad del complemento. Hizo falta el tiro de Forsberg y el desvío para destrabar el encuentro.
El volante del Leipzig de Alemania tiró la pared con Ola Toivonen, y se atrevió a disparar desde las inmediaciones del área a los 66 minutos. Manuel Akanji desvió el balón, que parecía ir directo a los guantes del arquero Yann Sommer, pero terminó incrustándose en el arco. “Este gol significa mucho para mí. Estoy contento por haber ayudado a que el equipo ganara un partido sin muchas oportunidades”, dijo Forsberg. El tanto se acreditó a Forsberg, quien asumió la responsabilidad ofensiva sueca desde que Zlatan Ibrahimovic dejó el equipo.
“Emil no ha jugado pensando en sustituir a alguien, sino buscando la reconstrucción del equipo. Ha hecho un tremendo trabajo”, valoró el estratega sueco Janne Andersson.
En los cuartos de final, Suecia deberá potenciar sus armas de solidez defensiva y balones en profundidad. Con esos recursos venció a Corea del Sur, empató con Alemania y goleó a México en la fase de grupos.
“Hay muchos buenos equipos, y en cada partido hay mucho en riesgo, pero es importante creer en lo que hacemos, eso nos hace fuertes”, advirtió Forsberg. Suecia llegará a cuartos de final sin Mikael Lustig, quien recibió su segunda tarjeta amarilla por una falta.
Suecia no había ganado un solo encuentro de eliminación directa desde Estados Unidos 1994, cuando alcanzó el cuarto puesto. Su mejor papel histórico fue la final que perdió como anfitriona en 1958, frente a Brasil.