La celebración que encontró John Means en el club house fue apropiada para una proeza que un pitcher de los Orioles no había logrado en solitario durante más de medio siglo.
Y de no haber sido por un wild pitch, la hazaña y la fiesta habrían sido mayores.
Means lanzó el tercer juego sin hit que se ha registrado en las mayores durante esta temporada y estuvo sumamente cerca de conseguir una labor perfecta, en el duelo que Baltimore ganó el miércoles 6-0 a los Marineros de Seattle.
“Jamás pensé en realidad que estaría aquí. Cuando era niño y me preguntaban qué quería ser de grande, siempre escribía: ‘beisbolista en las mayores’, pero nunca pensé que se hiciera realidad”.


