El Inter de Milán, batido 2-1 en su casa durante el partido de ida, está obligado a remontar en el encuentro de hoy en Turín, en la vuelta de semifinales de la Copa de Italia para privar a la Juventus de una séptima final en 10 años.
En la otra semifinal, mañana miércoles en Bérgamo, el panorama está muy abierto entre el Atalanta y el defensor del título, Nápoles, tras el 0-0 de la ida en el estadio Diego Maradona.
Para su desplazamiento a Turín, el Inter podrá contar con la potencia de Romelu Lukaku y la calidad de Achraf Hakimi en la banda derecha. Ambos se perdieron la ida por suspensión.
La misión de los Nerazzurri no parece sencilla frente a una Juventus que se muestra muy sólida en el campeonato tras el revés contra el propio Inter (2-0) el 17 de enero. Los Bianconeri han logrado seis victorias (contando todas las competiciones) y han encajado un gol desde entonces –el que marcó Lautaro Martínez en la ida de semifinales–.
El entrenador de la Juventus, Andrea Pirlo, que espera una verdadera “batalla”, no excluye el regreso a la convocatoria de Paulo Dybala, ausente desde el 10 de enero por un esguince en la rodilla izquierda.
En caso de que clasifique, la Juventus (13 Copas de Italia en su palmarés), disputará su séptima final en 10 años.
Para el Nápoles, conservar el trofeo conquistado el año pasado ante los Bianconeri no parece la prioridad en este momento.
Después de caer 2-1 ante el Génova el sábado en el campeonato, el entrenador napolitano Gennaro Gattusso recordó que el objetivo de la temporada era finalizar en el Top-4 para volver a la Champions.