Herb Raybourn es un nombre conocido en Panamá. Fue jugador profesional, cazatalentos, directivo de los Yankees de Nueva York y le abrió las puertas en las Grandes Ligas al seguro Salón de la Fama panameño, Mariano Rivera. Él murió el pasado sábado 21 de octubre, en tranquilidad en su hogar en Florida, Estados Unidos. Tenía 82 años.
Raybourn, cuyo nombre completo es C. Herbert Raybourn, le allanó el caminó a muchos peloteros latinoamericanos, entre ellos varios panameños, para que cumplieran su sueño de convertirse en jugadores de Grandes Ligas.
Manny Sanguillén, Rennie Stennett, Omar Moreno, Rubén Rivera, Ramiro Mendoza y Carlos Maldonado se mencionan entre los peloteros panameños a los que les dio ese empujón de esperanza para jugar en el mejor béisbol del mundo.
El scout y antiguo director de operaciones en América Latina de los Yankees de Nueva York nació en Panamá en 1935. De madre soltera y con dos hermanos, siempre mostró inclinación, pasión y amor por el atletismo, football americano y béisbol, deportes que supo balancear muy bien con la música, con clases de violoncelo en el Conservatorio Nacional de Panamá.
Herb creció bilingüe y estudió en la secundaria de Balboa (promoción de 1955), en la antigua Zona del Canal de Panamá. Obtuvo una beca de cuatro años a través del béisbol para estudiar en la Universidad Bradley (generación del 59) en Peoria, Illinois. Participó en dos oportunidades en el equipo de All Star y en su último año fue nombrado jugador más valioso. Se graduó con una licenciatura en educación física.
Durante sus estudios en Bradley se desempeñó en el campo de juego como receptor y jardinero, lideró al equipo de los Bravos de Bradley al campeonato en 1956, 57 y 59, con promedios de bateo de .387, .341 y .366, respectivamente.
En 1961 fue inducido al salón de la fama de su universidad.
Hay que destacar que en 1958 fue firmado por la organización de los Gigantes de San Francisco, donde tuvo tres temporadas con un promedio de .300 y fue parte del Juego de las Estrellas con un promedio de bateo en .385. En 1960 fue escogido como novato del año.
Después regresó a Panamá y jugó de receptor con los Azucareros de Coclé en 1959 en la liga profesional de béisbol, siendo elegido novato del año y en 1961 fue campeón bate y ese mismo año fue novato del año de todas las disciplinas deportivas panameñas. Mientras jugaba, también se dedicó a entrenar y a desarrollar talentos.
En 1962 obtuvo una maestría en educación física en la Universidad de East Texas y volvió a Panamá a enseñar educación física y a entrenar en la secundaria de Balboa.
Herb jugó en la liga panameña desde 1959 a 1972, hasta que la liga se extinguió. En 1972 se convirtió en director de asuntos civiles de la Compañía del Canal de Panamá. En 1969 comenzó a buscar talentos en Panamá y América Latina para las Grandes Ligas, una labor que arrancó con los Piratas de Pittsburgh.
Rápidamente se hizo un nombre al descubrir a Sanguillén, Stennett y Moreno para la organización de los Piratas. Fue considerado uno de los pioneros en el scouting (buscatalentos) en América Latina y responsable de poner a Panamá en ese mapa.
Se retiró de la Compañía del Canal en 1987 y se mudó a Bradenton (Florida) con su familia, para trabajar tiempo completo como scout. Así comenzó labor de encontrar jóvenes promesas para los Yankees en la década de 1970.
Como director de operaciones para América Latina para los Yankees de Nueva York en los 90, firmó a Mariano Rivera después de verlo hacer nueve lanzamientos en Puerto Caimito. Además, le dio el visto bueno a Rubén Rivera, Ramiro Mendoza y Ricky Ledee. Fundó una escuela de béisbol en Caracas, Venezuela.
También le aportó a los Reales de Kansas City (1986-1989), con las firmas de David Howar, Vincent Garibaldo y Carlos Maldonado.
Se retiró en 1998 como director de scouting de los Azulejos de Toronto para dedicarse a sus nietos y a jugar golf.
Fue campeón en todos los aspectos de la vida. Fue un verdadero caballero, humilde, devoto y padre dedicado. Su liderazgo fue discreto y continuo, tocó muchas vidas al dar tiempo y atención a otros. Fue defensor de los menos afortunados y se dedicó a crear oportunidades para ellos. Fue amado y recordado por su familia, amigos, jugadores, estudiantes y colegas en todo el continente. (Con datos de sus familiares)
