Mariano Rivera pudo haber sido una de las víctimas de la velocidad de Allan Lewis. “Cuando yo corría nadie me paraba”, destacó Lewis, apodado el Expreso panameño, al responder sobre un hipotético duelo entre ambos ex grandes ligas panameños.
Entre risas, el homenajeado del LI Campeonato Nacional de Béisbol Juvenil, comentó que “también le hubiese robado la base”, al máximo cerrador de todos los tiempos y recién exaltado al Salón de la Fama.
Lewis es recordado por su astucia en robar las bases, una cualidad que obtuvo al estudiar la mecánica de los lanzadores y receptores, y que le valió para llegar a Grandes Ligas.
Sin embargo, el expelotero quisiera que entre sus virtudes se mencionara su bateo. “Para llegar a las bases se necesita batear”, advirtió.
“Yo fui campeón bate en Panamá y Nicaragua”, recordó la leyenda del béisbol panameño para sustentar su poder con las muñecas, otra de sus cualidades que le ayudaron para que los Atléticos contrataran sus servicios.
El ganador de dos Series Mundiales, con los Atléticos de Oakland en 1972 y 1973, sonríe cuando se le preguntan por qué le dicen el Expreso panameño. Su respuesta es directa y clara: “por mi velocidad”.
“Así me decían”, agregó el corredor designado, que después de terminar su vida como pelotero trabajó buscando nuevos talentos, entre los que encontró a los receptores chiricanos Einar Díaz y Carlos Calicho Ruiz, ambos lograron la meta de ser grandes ligas.
Lewis, de 78 años de edad, contó que en una ocasión estableció un récord en ligas menores, al estafarse 116 bases en la temporada regular y 2 más en los playoffs. “Debido a mi dedicación y rapidez, yo era muy querido en los equipos que jugué”, señaló Lewis, quien debutó en las Mayores el 11 de abril de 1967 con Kansas City Athletics y terminó su carrera en 1973 con los Atléticos de Oakland.
El expelotero nacido en Colón, criado en Bocas del Toro y radicado en Chiriquí, jugó seis temporadas en las Grandes Ligas. Durante su carrera se robó 44 bases, acumuló un promedio ofensivo de .207 y anotó 47 carreras en solo 29 oportunidades al bate.
Debido a su rapidez en las bases, muchas veces fue utilizado como un corredor emergente. Para estar en forma para superar exitosamente esta prueba, Lewis dio a conocer uno de sus tips: “Hay que ir a correr en la arena de una playa, esto te da mucha fuerza en las piernas”.
Instructor
Su mente está clara, camina lento y ayudado por un bastón. Su amor y recuerdos del béisbol siguen intactos.
La pelota prefiere verla por la televisión, escucharla por radio. Muy pocas veces ha ido al nuevo estadio Kenny Serracín de David, en el que años atrás ayudó a conformar un equipo campeón.
Recordó a jugadores como Néstor Cuto Mendoza, Alberto Macré, Rodolfo Flores, Kiko Serracín, Napoleón Ibarra, Eric Marín, el Pollo Montenegro, entre otros.
Arturo Céspedes, un historiador del béisbol panameño, confirmó la presencia de Lewis como instructor general de esa generación de oro en la que Chiriquí logró los títulos de 1978 y 1979.
Los receptores
Lewis descubrió a dos grandes receptores chiricanos, ellos fueron Ruiz y Díaz. “Yo vi a muchos catcher, no solo en Panamá sino también en Colombia, Ecuador, México y Venezuela”.
El homenajeador del béisbol juvenil panameño, comentó que le fue fácil encontrar a buenos custodios del plato gracias a su desarrollo como corredor de bases. “Tenía que estudiar a los lanzadores y en especial a los receptores porque el director me traía al terreno de juego para robar bases”, destacó. “Cuando me retiré y me convertí en un scout o buscatalentos me dediqué a observar más a los receptores”, señaló.
Marihuana
Recientemente, las Grandes Ligas y la Asociación de Peloteros anunciaron que la marihuana sería eliminada de la lista de sustancias prohibidas en esta temporada.
Lewis explicó que lo han permitido por razones medicinales, aunque reconoció que no cree en eso. “En mis tiempos no se mencionaba nada de esto y el consumo era castigado”, comentó.
Sobre la posibilidad de que Panamá siga los pasos de las Grandes Ligas, sentenció que sería un “desastre”.
Bateador y corredor
Lewis siempre ha sido recordado por su velocidad en las bases; sin embargo, el expelotero también quiere destacar que fue un buen bateador.
El colonense discrepó, al ser consultado por su rapidez. “Bueno, bueno, lo que pasaba era que el dueño del equipo [Charles Finley] quería que yo robara bases, tal cual como lo hice en las menores, pero yo bateaba también”, argumentó.
“Él quería que me utilizaran para correr en las bases y ganar partidos, pero yo en casi todas las ligas terminaba bateando bien. Yo fui campeón bate de la liga profesional de béisbol de Panamá”, reveló.
“En la liga de Nicaragua también destaqué, en ese entonces jugaba para la novena de Granada. Fue el momento que me llamaron a una entrevista para ir a jugar con los Atléticos”, recordó el homenajeado del campeonato juvenil.
Contra Mariano
“Yo le hubiese robado una base a Mariano”, bromeó Lewis sobre la posibilidad de ganarle una almohadilla si él estuviera corriendo y su compatriota y Salón de la Fama hiciera de lanzador.
“En mis tiempos, cuando yo corría no me paraba nadie”, señaló el Expreso panameño, que advirtió que el único lanzador que le dio problemas para tomarle el tiempo para robarle la base fue el cubano Luis Tiant.
Unos de los secretos de Lewis para robar bases, fue el de mirar las rodillas de los lanzadores. “Si las doblaban sabía que iba a tirar a primera, si estaban rectas iba hacia el plato”.
Agradecido
Por último, Lewis agradeció por haber sido escogido como el personaje al que le dedican la edición número 51 del torneo de béisbol juvenil.
Lewis estuvo presente en el acto inaugural del evento, que se desarrolló el viernes en el nuevo estadio Roberto Flaco Bala Hernández, en la provincia de Los Santos.