El panameño Paolo Espino está agradecido de estar con Washington, en un año muy especial, mostrando su experiencia y haciendo el trabajo.
“Muy contento por la oportunidad que me da el equipo de Washington. Ha sido un año especial, en donde he logrado muchas cosas”, declaró Espino, frente al clubhouse de visitantes del Truist Park de Atlanta.
A principio de junio, ganó su primer juego de Grandes Ligas, contra Pittsburgh, y a finales del mismo mes logró su primer salvamento, con Filadelfia.
“Un año bastante bueno, positivo. Terminar fuerte y ver qué es lo que viene para el próximo año”, dijo Espino.
Dentro del terreno, Espino se ha portado como el mejor lanzador de los Nacionales y dentro del clubhouse ayuda a los jugadores más jóvenes.
“No importa que estén en reconstrucción, aquí seguimos haciendo el trabajo siempre. Si llegan jugadores jóvenes, intentar aportar lo que tengo de conocimiento y ayudar lo mas que se pueda”, afirmó el capitalino.
Espino, de 34 años de edad y nacido en ciudad de Panamá, firmó con los Nacionales un contrato de ligas menores, el 2 de noviembre de 2020 y el 18 de abril de 2021. Fue llamado al equipo grande después de que Stephen Strasburg fuera colocado en la lista de lesionados.
Habla el mánager
“Ha estado genial en el clubhouse con algunos de nuestros jóvenes latinos y hablando mucho con ellos”, resaltó Dave Martínez, mánager de los Nacionales.
Martínez además valora su tiempo dentro del juego. Está dentro del negocio desde 2007, cuando firmó para Cleveland; ha pasado también por Milwaukee y Texas.
“Él ha estado en béisbol por mucho tiempo, entiende el juego, entiende de pitcheo, así que tiene conversaciones con nuestros muchachos jóvenes que realmente me gustan mucho”, agregó el mánager Martínez.
Espino lamentó que algunos de sus compañeros ya no estén en el equipo, sobre todo el caso de Max Scherzer, a quien admira y de quien aprendió mucho el tiempo que estuvieron juntos.
“Estar al lado de un jugador con la experiencia que tienen Scherzer, el potencial, el nivel , es algo bastante digno de admirar, su nivel de intensidad, cómo se trabaja, competencia... Uno aprende”, remarcó.