Lo suyo es el fútbol, pero no se extrañe si ve al papa Francisco luciendo una gorra de béisbol.
El pontífice, fanático del club de fútbol San Lorenzo de Buenos Aires, recibió ayer, martes, una gorra de los Cachorros de Chicago, que acaban de ganar el campeonato de béisbol de Estados Unidos por primera vez en 108 años.
El obsequio se lo entregó el arzobispo de Chicago Blase Cupich, quien también le dio lo que parece una pelota firmada durante un encuentro en el Vaticano.
Cupich publicó en Twitter una foto en la que Francisco sostiene la gorra y la pelota, acompañada por un mensaje que dice: “¡La noticia de que los Cachorros ganaron llegó al Vaticano!”.
“Usted será odiado por todos por mi nombre, pero ningún pelo en su cabeza será destruido”, dice en su cuenta de Twitter Cupich.
El papa “puede ahora festejar con nosotros y pide nuestras oraciones”, agregó. Cupich será nombrado cardenal esta semana por Francisco.
Los Cachorros de Chicago acabaron una sequía que cumplía 108 años con gran estilo, ganando tres partidos consecutivos para vencer a los Indios y atrapar la Serie Mundial de 2016 como visitantes en el Pogresssive Field de Cleveland.
Para Chicago fue su tercera corona -vencieron a los Tigres de Detroit en 1907 y 1908-- en su primera visita a la Serie Mundial desde 1945. Los 107 años sin ganar representaban la sequía más larga de las cuatro ligas profesionales de Estados Unidos.

