El español Tomás Roncero es ávido de palabras, cuenta con una mente rápida y responde sin titubear.
Tiene dos grandes pasiones: el periodismo y el deporte. Desde hace 31 años se dedica a la prensa deportiva; lleva 15 inmerso en ello en el Diario AS, un renombrado tabloide de periodismo deportivo donde tiene gabela para hacer lo propio y ejerce ahí como redactor jefe a partir de 2009.
Se dedica la redacción de noticias, crónicas y artículos de opinión, pero muy en especial aquellas notas en que el Real Madrid Club de Fútbol —su equipo de predilección— lleva el balón sobre la cancha.
Roncero rompe los esquemas tradicionales del periodismo de escuela que dicta hacia la objetividad, y sin reparos no oculta su inclinación por el equipo merengue. “Yo creo que no existe el periodismo objetivo. Si existiera, no sería periodismo”, sustenta Roncero a La Prensa en una entrevista en exclusiva, en un pequeño salón de la sala de redacción del Diario AS, que se encuentra en Madrid, España.
Ese día vestía casual. Llevaba una camisa manga larga blanca de líneas azules que iba a juego con una corbata azul cobalto, y pantalón negro. A simple vista, daba la impresión de ser un alto ejecutivo corporativo por su impecable vestimenta libre de arrugas.
Una vez comenzada la ronda de preguntas y respuestas, Roncero se muestra espontáneo y atento pese a que tiene sobre sus hombros la edición de las últimas páginas de la edición del día.
El reloj marcaba las 6:45 p.m. del pasado jueves 3 de noviembre. Justo el día anterior el Real Madrid había empatado 3 a 3 contra el Legia de Varsovia en un partido complicado de Liga de Campeones de la UEFA.
¿Qué es lo que más le apasiona del periodismo deportivo?
Todo. El periodismo deportivo es mi pasión desde crío. Yo recuerdo que tenía siete u ocho años cuando ojeaba el AS en mi casa. A mis padres les llamaba la atención que devorase todas las páginas, incluidas las de otros deportes como vela, baloncesto, tenis. Cuando me preguntaban “¿tú qué quieres ser de mayor?”, yo siempre decía: “periodista deportivo”.
Mis padres no me tomaban muy en serio porque esperaban que a medida que pasaran los años yo cambiara de opinión, pero eso no iba a ocurrir. De niño lo que más me gustó fue el periodismo deportivo, por lo tanto, siempre digo que hago lo que me gusta.
Se dice que un periodista debe ser objetivo. Sin embargo, usted no oculta su inclinación por el Real Madrid. ¿Considera que en materia deportiva es imposible que un periodista sea 100% objetivo?
Por supuesto. Es que la objetividad en el periodismo no existe, porque uno, como reportero que transmite la información, al final, inevitablemente la propia condición humana te lleva a decirlo en la línea que a ti te gustaría [informarla] o aquella que crees que en el fondo es contar la noticia. Es cómo la cuenta el que lo cuenta, y el que la cuenta tiene su opinión formada sobre el asunto. Es imposible decirlo tan objetivo.
Aparte, cuando una persona lee periódicos de prensa política, de pronto [al leer una noticia] dice [para sí]: “este periodista es de derecha o de izquierda o del centro”, y no importa que se sepa. Entonces, no sé por qué en el periodismo deportivo habría que ser tan pulcro y no dejar saber de qué equipo eres. ¡Qué tontería! Es mejor no engañar a la gente, a tu lector o a tu televidente.
Yo siempre he escrito del Real Madrid. Si me lees, hoy le di palo a Zidane y a los jugadores. El equipo (…) es como si fuese mi hijo. No hay por qué decirle a la gente “no, yo no tengo equipo [favorito]” cuando todo periodista que le gusta el fútbol se inclina por un equipo.
Cuando un periodista desarrolla un tema , ¿considera que se pierde algo de esa objetividad?
Sí, yo pienso que es inevitable. Por más que insisto, no me parece una manera que sea saludable… El fútbol, ¿qué es? Pasión. Por la pasión cada uno dice lo que siente, lo que piensa de cada cosa. Y yo creo que no hay que darle más vueltas. Yo creo que no existe el periodismo objetivo. Si existiera, no sería periodismo.
Mencione cinco atributos del Real Madrid actual.
Poderío, jerarquía, Champions —porque tienen la décima y la undécima [Copa de la UEFA Champions League—, ilusión y dominio.
¿Cuál es su jugador favorito del Real Madrid?
Yo era de Raúl hasta que apareció Cristiano. Me gustan los futbolistas que marcan una época.
Si tú viste los dos últimos meses, a Cristiano le están dando mucha caña, y es lógico, está mal, es cierto, no es el Cristiano que conocemos, pero él ha llegado al equipo del Real Madrid hace siete años y [desde entonces se mantiene] siendo el número uno, dando la cara, rompiéndose la cara con los rivales, aguantando los insultos de la grada; con la presión de saber que tiene que competir con Messi, quien nunca baja la guardia, y cada año mete 50 goles de promedio.
Lo que pasa es que el día que Cristiano se vaya [del Real Madrid] lo valoraremos. Como está aquí, no se valora. Ahora en el Madrid hay madridistas que lo critican; pasó con Raúl ya. El día que se vaya, la gente valorará lo que era Cristiano.
¿Qué atributos considera que hacen única la fórmula de juego del Real Madrid de hoy?
Yo creo que la pegada. El Madrid tiene una pegada descomunal. Si el equipo fuera un boxeador, diría que es un boxeador que parece que no tiene dominio de combate, pero que de pronto te pega un crochet de derecha y tumba al rival. Tiene una pegada descomunal.
El Madrid no necesita hacer un gran fútbol para imponerse a los rivales. Tiene jugadores arriba como Bale, como Cristiano, Benzema, Morata, incluso, Lucas Vázquez, y otros futbolistas en la creación como James, Modric, Isco, Asensio, Marcelo y Carvajal.
Yo creo que el Real Madrid es el equipo de fútbol que tiene mayor posibilidades de ataque y de pegada. Por eso digo: la pegada. Hasta jugando mal te mete cuatro goles.
¿Cuál es el partido y el título del Real Madrid que más ha gozado?
De título, [el juego en que el Real Madrid ganó] la décima. Digo la décima porque el gol de Ramos llegó en un momento único, cuando ya se tenía todo por perdido ante el rival de la ciudad; pudo haber sido la primera Copa de Europa del Atlético de Madrid. Hubiese sido terrible.
Por ello, fue tan emocionante ese final, esa prórroga, porque también en Milán [donde se jugó la final del último juego de Champions] fue muy emocionante, pero ya veníamos de haber ganado la décima. Para mí, la décima, como título.
¿Un partido? La remontada con el Borussia Mönchengladbach. Eso fue en el año 1985, yo era un chaval de 19 años. El Madrid había perdido 1 a 5 en Alemania, pero le ganó en la vuelta 4 a 0, y los eliminó; ese último gol se dio en el último minuto, fue gol de Santillana, y ese gol —yo siempre digo— lo metimos todo el estadio, y eso fue lo más emocionante que he vivido en mi vida.
¿Considera que este Real Madrid es superior al de Los Galácticos?
Diría que es más completo. Mejor significaría que me gustaría verlo más, y no lo tengo tan claro.
El Madrid de Los Galácticos, cuando estaban todos, era una maravilla. Ver a Zidane [como futbolista], Ronaldo, Figo, Raúl, Roberto Carlos, Beckham y a Hierro. Incluso, Makelele, Salgado y Casillas en la portería. El Madrid era un equipo increíble. Lo [único] que ocurría es que no había banquillo, o sea, era un equipo titular buenísimo, pero si se lesionaban tres, los únicos que podían pegarle a la bola eran Guti y Solari.
¿Ahora qué ocurre? A lo mejor no está tan espectacular el juego, pero el Madrid tiene 20 titulares. Aquí, el Madrid tiene en el banquillo a Kiko Casilla, que es casi tan bueno como Keylor Navas. De los suplentes está Nacho, que es buenísimo, y tiene a Varane y a Lucas Vázquez, también tiene a James (...), Isco, Asensio, Morata, y todos son suplentes. Cualquier equipo sin un titular es indiscutible, y el Real Madrid tiene una profundidad de plantilla que antes no tenía ni con Los Galácticos, por lo tanto, en cuanto a plantilla la mejor es esta.
Conforme su alineación de los 11 futbolistas históricos del Real Madrid.
Eso es difícil, porque hay tantos buenos, pero vamos a intentarlo. [Iker] Casillas, seguro, como portero. En lateral derecho, Michel Salgado. En los centrales pondría a Santamaría, Hierro y Roberto Carlos. En el centro del campo pondría a Pirri, que es poco conocido por la gente joven, pero fue un jugador de los años 1960 y 1970 (...) Zidane, Amancio, Cristiano, Raúl y Butragueño.
Si el Real Madrid no existiera, ¿a qué equipo apoyaría?
Seguramente no me gustaría el fútbol. Si no está el Real Madrid, ¿pa qué?
Y si no tuviera la oportunidad de hacer periodismo deportivo mañana, ¿haría otra rama del periodismo o se retiraría?
No. Me gusta mucho el deporte. De hecho, poca gente lo sabe: yo era un periodista que empecé haciendo de todo, de hecho estuve en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 y en los de Atlanta en 1996 e hice todo tipo [de coberturas] de medallas del deporte español, de hockey, tiro con arco, yudo, vela, o sea, ¡yo he escrito de todos los deportes imaginables! Y me gusta. De hecho, el baloncesto es otra de mis pasiones. En los años de 1990 trabajaba en el diario El Mundo, y ahí me hice fan del baloncesto. Cubrí mundiales de baloncesto, todo tipo de partidos de liga ACB. El baloncesto es una de mis pasiones desde siempre.
El deporte me ha gustado siempre. El tenis me apasiona. Juega [Rafael] Nadal y puedo estar a las 4:00 a.m. viéndolo, y cuando pierde me enfado mucho como cuando pierde el Madrid, porque lo siento como nuestro. Sufro con él, lo paso mal con sus lesiones, con sus bajones: la derrota con [Andy] Murray en los Juegos Olímpicos de Río me sentó [mal], porque yo quería que ganara el oro.
La gente piensa que solo me gusta el Madrid y el fútbol; esa es mi mayor pasión, sí, pero tengo más pasiones en el deporte.
Roncero quería decirnos más sobre su pasión, pero lo requerían con urgencia: la edición del AS estaba pendiente.