Sin margen para el error, el Real Madrid recibe hoy al Borussia Monchengladbach, obligado a ganar para asegurarse el pase a octavos de la Champions, en un partido que podría ser decisivo también para la continuidad de Zinedine Zidane.
La derrota ante el Shakhtar Donetsk (2-0) la pasada semana dejó al equipo merengue contra las cuerdas en la tercera posición de un apretado grupo B, en el que puede pasar de todo.
El Real Madrid es tercero, empatado en puntos con el equipo ucraniano, segundo, a un punto ambos del líder, el “Gladbach”, mientras cierra la llave el Inter de Milán a dos puntos del equipo blanco.
Datos de interés antes del partido
13 es la cantidad de veces que el Real Madrid ha ganado esta competición, máxima cantidad para un equipo del viejo continente.
2-2 así terminó el duelo de ida entre ambos equipos. Karim Benzema (87) y Casemiro (90+3) salvaron en aquel momento al cuadro blanco de lo que parecía una derrota.
Los hombres de Zidane necesitan imperativamente la victoria para asegurarse el pase, aunque un empate también podría servir si el Inter se impone al Shakhtar en el otro encuentro de la llave.
“Es un partido de Champions y lo que queremos hacer es pasar. No contemplo otra cosa y los jugadores piensan igual”, aseguró ayer Zidane.
Una derrota supondría la eliminación de la Champions de la fase de grupos y una debacle para un Real Madrid que siempre ha estado entre los 16 mejores de Europa desde 1997.
“Tenemos que encarar el partido como si fuera una final y la final no se juega, se gana”, advirtió, por su parte, Casemiro.
Tampoco pueden aflojar
Acosado por la cercanía de Real Madrid y Shakhtar, el “Gladbach” tampoco podrá permitirse ninguna relajación y deberá tratar de ganar el partido en el pequeño estadio Alfredo Di Stéfano, de la ciudad deportiva del Real Madrid.
“Tiene toda la pinta de que será un reto en mayúsculas”, afirmó el técnico del equipo alemán, Marco Rose, que busca meter a su equipo por primera vez en los octavos de final del torneo.