Su inclusión en la lista de 23 sorprendió a todos.
Pasó de ser el último jugador en debutar con la selección de Panamá bajo las órdenes del técnico Hernán Bolillo Gómez a tener un puesto en el avión a Rusia.
Su despliegue por el sector izquierdo en su debut el pasado martes ante Irlanda del Norte y sus características atléticas tienen a José Luis Rodríguez viviendo un verdadero sueño.
Rodríguez, de 19 años, mencionó al final del amistoso en los pasillos del estadio Rommel Fernández que se sintió “bastante nervioso” en los primeros minutos, sin embargo aclaró que las palabras del Bolillo le ayudaron para poder concentrarse ante los europeos.
“Nunca había jugado con un estadio lleno”, confesó el mediocampista.
“El profe me dijo que jugara como sé jugar, que no tuviera miedo, que si la perdía no interesaba, me dio mucho aliento”, detalló.
El más joven de la convocatoria mostró su habilidad con un desborde por el sector izquierdo que terminó en un centro peligroso y luego minutos más tarde con un remate sin mucho ángulo que salió directo a las manos del guardameta rival.
“Cuando salí al calentamiento no sabía cómo describirlo, pero quiero agradecer a Dios y al profe que me dio la confianza”, dijo el jugador del Chorrillo FC.
Sus inicios
Oriundo de la calle 25 arriba de El Chorrillo, Rodríguez es un talento 100% chorrillero.
“Su sangre siempre ha sido amarilla”, recalcó Manuel Arias, dirigente del Chorrillo FC.
Hermano del capitán insignia y ya retirado del club chorrillero Marcos Villarreal, Rodríguez hizo su debut en la primera división de la Liga Panameña de Fútbol con el equipo amarillo a sus 16 años.
Arias define a Rodríguez como un jugador físicamente bien dotado, un atleta.
“Es un jugador que tiene las características físicas para jugar en Europa”, explicó.
“Es rápido, fuerte, con cambio de ritmo, que le da ciertas cosas a la selección que necesita”, agregó.
Apodado Cocobolo por su falta de cabello desde muy chiquitito y porque siempre se lo cortaba bajito, también representó a Panamá en el Premundial Sub-17 en 2015 con un gol ante Haití.
Sin embargo, no todo fue positivo, ya que vivió un momento amargo al salir expulsado ante Costa Rica en una participación que al final concluyó con la Rojita quedándose fuera del Mundial.
Rumbo a Europa
Meses después de marcar su primer y único gol en la LPF con la camiseta del Chorrillo FC, en un golazo de tiro libre en el último minuto ante Alianza FC, Rodríguez logró marcharse a Europa a mediados de 2016 para firmar con el Gent de Bélgica.
El puntero izquierdo vió minutos en las divisiones inferiores del club y su buen momento le significó un llamado a la Sub-20 para disputar el Premundial en Costa Rica.
La mala noticia es que sufrió una dolorosa lesión en febrero del año pasado en los entrenamientos en el Rommel y fue dado de baja por una rotura de los ligamentos cruzados de su rodilla derecha.
Al final fueron siete meses de baja para el chorrillero.
Arias detalló que el club belga le operó las dos rodillas, ya que una vez le aplicaron la resonancia se dieron cuenta que no solo tenía el problema de los ligamentos en la derecha y que lo mejor era prevenir para no lamentar después otra posible lesión.
Su revancha
Ya una vez superado su lesión volvió a ver minutos en las inferiores del Gent y ese despertar le significó otra oportunidad en la selección.
Esta vez, la ilusión era un posible llamado al Mundial, un hecho que al principio se veía muy lejano.
Pero desde su llegada a los entrenamientos al Rommel, rapidamente llamó la atención con su figura atlética y su velocidad.
Y de ser el único jugador entre los llamados que nunca había jugado un partido con el seleccionado mayor, Rodríguez pasó a escuchar su nombre entre los 23.
“Si me llevan o no, estoy contento por haber cumplido mi sueño”, dijo Rodríguez en momentos que todavía no podía revelar su elección.
Ahora, Cocobolo estará cumpliendo su sueño cuando esta tarde aborde el avión como uno de los 23 guerreros que defenderán la camiseta de Panamá en su primer Mundial.
Junto a Ismael Díaz, Fidel Escobar, Michael Amir Murillo, Abdiel Arroyo y Edgar Yoel Bárcenas, todos menores de 25 años, son el futuro del fútbol panameño que viajará a Rusia.