La pandemia y la estrechez financiera que ha provocado todas las medidas vinculadas con la Covid-19 habría generado estrés por los pagos que debían recibir los inversionistas del mercado de valores.
Pero, de acuerdo con la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), ninguna emisión ha caído en default a raíz de la pandemia.
Se han logrado históricos pagos en intereses y capital, al tiempo que emisores e inversionistas se han puesto de acuerdo para reestructurar los términos y condiciones de ciertas emisiones.
A noviembre de 2021 se habían registrado en la SMV pagos de capital, dividendos e intereses por $3,010 millones, lo que equivale a una aumento del 1.2% respecto a 2020. Hace dos años se desembolsaron $2,973 millones, lo cual representó un alza del 28% con respecto a 2019, el año previo a la pandemia.
Julio Justiniani, superintendente del mercado de valores, indicó a este medio que dichos pagos se han convertido en un indicador valioso, porque demuestra el compromiso de los emisores, lo que, a su juicio, puede representar un imán para seguir atrayendo a los inversionistas interesados en la compra de instrumentos financieros.
De la totalidad de los pagos realizados el año pasado, $2,413 millones correspondieron a capital, $383 millones a dividendos, y $214 millones a intereses.
La SMV emitió acuerdos que permitieron, en medio de la pandemia, la modificación de las condiciones de las emisiones de deuda.
El movimiento fue similar al que adoptó la Superintendencia de Bancos de Panamá, que también extendió el plazo para que clientes y bancos se pusieran de acuerdo para la reestructuración de préstamos.
En el caso del mercado de valores, Justiniani explicó que la idea era tener una normativa actualizada respecto a las necesidades que pudieran tener los emisores interesados en hacer modificaciones.
Era de esperarse que con la afectación de su flujo de ingresos, algunas empresas estuvieran limitadas en su capacidad para hacer frente a sus compromisos. Por eso, el regulador aprobó un mecanismo abreviado para que los emisores pudieran solicitar la modificación de los términos originalmente pactados en las emisiones de deuda.

Para que esos cambios se materializaran, era necesario contar con el visto bueno de los tenedores, así como el aval del regulador.
En base a la norma, en el año 2020 se modificaron 69 emisiones, cuyo monto de serie reestructurada era de $3,549 millones.
Hasta noviembre de 2021 se habían modificado 36 emisiones por un monto de $2,458 millones.
Es decir, que desde que se inició la pandemia se han registrado 105 modificaciones de términos y condiciones de emisiones.
El año pasado, tal como indica la información de la SMV, por sector económico, 58% corresponden a instrumentos en el sector financiero, 18% a la actividad inmobiliaria, 14% a la industria, 4% al sector de infraestructura, 5% al comercio y 1% al turismo.
Los emisores han buscado extender los plazos de sus emisiones para limitar de alguna manera los pagos a efectuar durante la crisis actual y el proceso de recuperación económica.
Entre los emisores que han modificado sus condiciones hay empresas privadas, pero también estatales, como el Aeropuerto Internacional de Tocumen.
En cuanto al monto total de las emisiones registradas, Justiniani precisó que 2021 cerró con $7,100 millones, entre emisores privados y el Aeropuerto Internacional de Tocumen.
El monto “no considera las emisiones del Gobierno. El volumen no se ha incrementado por la deuda estatal. El 57% de los emisores son nuevos y esto demuestra la confianza que se tiene en el mercado”, dijo el funcionario.
Al cierre de noviembre de 2021 en la Bolsa Latinoamericana de Valores (Latinex) se habían negociado $8,741 millones, una cifra que superó el récord previo de los $8,527 millones de todo el ejercicio de 2019.
Si se comparara el periodo entre enero y noviembre de 2021 con los mismos meses de 2020, se registró un aumento de $1,261 millones o 16.9% en el volumen negociado.
El alza se debe a un aumento en la cantidad de emisores que llegaron al mercado, tal como lo computa el regulador, pero también a un mayor intercambio de títulos entre inversionistas.


