Tras la terminación del contrato con la empresa Ocean Pollution Control (OPC), la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) anunció que subcontratará los servicios de terceros para atender cualquier derrame de combustible o químico en las aguas de jurisdicción panameña.
En primera instancia, la entidad que regula el sector marítimo en el país optará por utilizar los servicios del Canal para controlar cualquier vertido accidental de combustible en la zona de operación de los puertos o donde se despacha combustible a los buques.
En caso de que el Canal no pueda atender alguna emergencia que se presente, la AMP recurriría a los servicios de las empresas que tienen licencia para este tipo accidentes, dijo una fuente vinculada a la institución.
Estas empresas son Layne Commercial Service Inc., con licencia 567 de 2012; Osro Panamá, Inc., con licencia 2282 de 2014, y Slop & Oil Recovery, S.A., con licencia 1339 de 2014. Hay otras dos compañías que tienen permisos provisionales: Talleres Industriales, S.A. del 25 del noviembre de 2018 al 22 de febrero de 2019, y OPC, que cuenta con permiso desde el 6 de diciembre de 2018 al 5 de marzo de 2019.
El contrato por 20 años entre la AMP y OPC venció el 3 de diciembre de 2017 y aunque fue recontratada para prestar los servicios por un año adicional, el pasado 8 de febrero la junta directiva de la AMP decidió suspender la relación con la empresa, para que la institución asuma esta función.
Una alternativa a mediano plazo que podrá implementar la AMP es crear un fondo para ir adquiriendo los equipos necesarios para recoger y controlar cualquier derrame de hidrocarburos que ocurra en los puertos y costas panameñas.
La vulnerabilidad a estos incidentes es real debido a que Panamá es un país de constante tráfico de buques que transitan por el Canal, cuenta con cinco puertos de contenedores y varias terminales de abastecimiento de combustible marino tanto en el lado pacífico como atlántico.
El mencionado fondo se generaría con la tasa de 2 centésimos por tonelada de registro bruto que se cobra a todas las embarcaciones que arriban a los puertos panameños o que se abastecen de hidrocarburos en aguas panameñas.
El cobro de esta tasa por prevención y control de contaminación se aplica para cubrir los costos de limpieza de cualquier vertido de combustible accidental que ocurra en las aguas de jurisdicción panameña.
Se calcula que esta tasa genera anualmente aproximadamente 6 millones de dólares, según dijo una fuente de la AMP.
OPC y el Estado
Aunque la Organización Marítima Internacional (OMI) estableció que es responsabilidad de los Estados prevenir la contaminación de las aguas, OPC considera que por la experiencia de los primeros incidentes de contaminación ocurridos en las décadas de 1970 y 1980, provenientes en su mayoría de buques tanques, los sistemas de prevención y control establecidos por los gobiernos no dieron buenos resultados.
“Se confrontó con los problemas clásicos de la administración pública: falta de presupuesto, poca flexibilidad para las compras de equipamiento...”, señaló OPC.
Añade que las empresas privadas tienen una mayor dinámica tanto en la contratación de personal permanente y más aún de personal temporal, como en la compra o contratación de equipos y de transportes ante una emergencia.
A partir de estos inconvenientes que surgen del funcionamiento del sistema estatal y sumado al concepto acuñado a nivel mundial de que “el que contamina paga”, se impuso la modalidad de que sean los privados quienes asuman la tarea de limpiar sus propios derrames contaminantes, afirmó la compañía.
Derrame de hidrocarburos en aguas panameñas
Durante los últimos dos años han ocurrido, por lo menos, cuatro derrames de combustible o químicos en las costas panameñas. El 24 de junio de 2017, los habitantes y turistas de la isla de Taboga denunciaron una área contaminada por hidrocarburos. El incidente fue controlado por personal de OPC y el Departamento de Prevención y Control de Contaminación, además de la Dirección General de Puertos e Industrias Marítimas Auxiliares de la AMP. El año pasado también se reportaron por lo menos tres incidentes de contaminación, que fueron atendidos e investigados. Ocurrieron en un muelle del puerto de Balboa, en el área de anclaje, y un derrame durante el abastecimiento a una embarcación.