ATP analiza aumento de costo

ATP analiza aumento de costo


La Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) confirmó que recibió una solicitud del consorcio que construye el centro de convenciones de Amador para incrementar el costo del proyecto, que se licitó en 2012 por $193.7 millones.

El consorcio, conformado por las empresas China Construction America, Inc. (CCA) y la panameña Construcciones Civiles Generales, S.A. (Cocige), asumió la construcción del complejo en 2016, luego de acordar una cesión de contrato con el contratista original, HPC-Contratas-P&V, que en diciembre de 2014 abandonó la obra por falta de liquidez.

Con un avance del 85% y faltando cuatro meses para que se cumpla la fecha de entrega del proyecto, CCA y Cocige enviaron una solicitud de incremento de costo a la ATP alegando aumentos debido a las convenciones colectivas de 2014 y 2018, que firmó el sector de la construcción con el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs).

Gustavo Him, administrador de la ATP, indicó que están revisando los puntos presentados por el contratista, pero se negó a revelar el monto solicitado, ya que está siendo revisado por otras instituciones del Estado para confirmar la validez de la solicitud.

Extraoficialmente, se conoció que la solicitud supera los 10 millones de dólares.

“Nosotros vamos a pagar lo que se estableció en el contrato, y si llegamos a la conclusión de que no se justifica un incremento, entonces solo pagaremos los 193.7 millones de dólares, que fue el monto con el que se adjudicó el proyecto”, comentó.

Al momento de la cesión de contrato entre HPC-Contratas-P&V y CCA y Cocige, la ATP había pagado 65 millones de dólares, por lo cual, los 128 millones de dólares restantes serían cancelados a los nuevos responsables de terminar la construcción.

HPC-Contratas-P&V estaba integrado por las empresas HPC Panamá, Soluciones Arquitectónicas (Costa Rica), P&V (Panamá), Heliopol (España) y Quality Construction (Puerto Rico).

Los directivos de estas compañías son investigados por la supuesta desviación de fondos, luego de que la empresa fuera beneficiada por la Caja de Ahorros con un préstamo de $9 millones.

Him comentó que a la fecha han cancelado el 70% del monto del proyecto, es decir, unos 135.7 millones de dólares. Además del incremento de salario pactado en las últimas dos convenciones colectivas, el consorcio alega alzas relacionadas con la construcción de las calles a lo interno del complejo y la construcción de nuevos estacionamientos.

Him explicó que el consorcio ya retiró de su solicitud todo lo relacionado con las calles internas, quedando por resolver los incrementos de salario y el costo de los materiales.

Para agilizar la construcción del proyecto, luego de una paralización de 14 meses, la ATP aprobó cambios en el diseño original y se acordó hacer una sola estructura techada y no tres edificios independientes.

Adicionalmente, se decidió utilizar los 14 mil metros cuadrados (m2) que tendría el teatro para añadir este espacio al área de exhibición, que tendrá 30 mil m2.

El centro podrá albergar tres eventos de forma simultánea en el área de exhibiciones, de 15 mil m2, más tres eventos adicionales en la zona de banquetes, de 4 mil m2. En total, la estructura tendrá capacidad para unas 25 mil personas.

En su momento, el contralor general, Federico Humbert, indicó que los cambios en el diseño original no provocarían incrementos en el costo del proyecto. No obstante, advirtió que si la ATP solicitaba más modificaciones, entonces, sí podrían darse ajustes.

Him adelantó que este mes deben tomar una decisión sobre la solicitud del contratista, ya que es necesario que el nuevo anfiteatro esté terminado en diciembre próximo, como se comprometió.

“La obra no se ha retrasado por culpa de la ATP; la huelga de los trabajadores de la construcción estuvo fuera de nuestro alcance, y nosotros hemos pagado a tiempo”, comentó, Him.

El funcionario añadió que podría darse una adenda de tiempo, mas no de dinero, pero reiteró que todo dependerá de los análisis que realizan con otras instituciones y con la empresa Ayesa, que tiene el contrato de supervisión de la obra.

Dentro de su propuesta para conseguir la cesión del contrato, el consorcio, que en un 60% está en manos de la empresa china y el 40% le pertenece a la constructora panameña, manifestó “que era posible terminar la obra objeto del contrato sin incrementos para el Estado”.

Se intentó conocer la posición del contratista, pero al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.

El sector turístico panameño espera que el centro de convenciones esté operativo a inicios de 2019. Ante la caída de la entrada de turistas, los hoteleros y operadores de turismo, ven en el turismo de reuniones y convenciones una oportunidad para elevar el movimiento de visitantes en el país.

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