La Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) ha exigido al consorcio CCA- Cocige, encargado de la construcción del nuevo centro de convenciones en Amador, que inyecte capital y contrate más personal con el objetivo de acelerar la ejecución del proyecto.
El consorcio, compuesto por China State Construction Engineering Corporation, CCA Building Panama y la panameña Construcciones Civiles Generales (Cocige) incumplió con la culminación del proyecto en diciembre de 2018, a pesar de que el plazo de entrega había sido extendido desde el mes de junio de 2018.
En una conversación telefónica mantenida ayer con este diario, Gustavo Him, administrador de la ATP, dijo que la obra sigue en ejecución con alrededor de 300 trabajadores, cuando se necesitarían mil 500, es decir, cinco veces más.
La ATP ha solicitado al contratista un cronograma de trabajo con flujos precisos de la inversión que se pretende hacer. Solo en caso de recibir satisfactoriamente esta información y ver un compromiso de la empresa, la autoridad se plantearía extender el tiempo de ejecución del contrato.
En el calendario está marcado con rojo el mes de mayo, fecha en la que vence la fianza de cumplimiento que respalda el proyecto, emitida por la aseguradora panameña ASSA por $96.8 millones, la mitad del monto del contrato, que suma un total de $193.7 millones.
Si la entidad estatal quiere recurrir a la fianza, debe hacerlo un mes antes de su vencimiento y por lo tanto el límite sería en abril.
Him dijo que al consorcio y a la aseguradora se les han enviado alrededor de 20 cartas, la primera en 2016, para advertir de los retrasos.
A los contratiempos del proyecto se suma la quiebra de Cocige, la empresa panameña que forma parte del consorcio. Según el contrato, existe una responsabilidad solidaria entre los miembros del consorcio, de manera que si Cocige no puede asumir su parte del trabajo, lo debe hacer la compañía china.
No obstante, la ATP no ha sido notificada de cómo los integrantes del consorcio resolverán la situación, y por eso reclama al contratista, como un todo, que demuestre tener capacidad para culminar la obra.
El pasado 7 de febrero Him envió a Dawei Wang, representante legal del consorcio, una nota indicando la intención de resolver administrativamente el contrato.
Además de los retrasos, la misiva detalla una serie de fallas en la construcción, como la falta de control de calidad. “Se han levantado 596 incidencias por falta de calidad en la ejecución de las obras, de las cuales solo se han cerrado 194, es decir, un 33%”, señala la misiva.
Him dijo ayer que la estructura misma del centro de convenciones no corre riesgo. “El problema es que no se nos han dado los reportes de control de calidad. No solo debo verificar que la obra está correcta, sino que necesito por escrito que ellos cumplieron con las observaciones que les hicimos”.
En la relación de incomformidades que la ATP detalla al contratista, figuran la falta de planos en el inicio de trabajos de instalación de la cubierta, el vaciado de losa de pasarela metálica sin la emisión de planos, la entrega de planos sin tiempo para revisar y comentar.
Además, se refiere a la instalación de equipos y materiales “sin la debida aprobación por parte de la ATP o su supervisor de obra”.
“Existe una lateralidad absoluta en la toma de decisiones clave del proyecto”, lo que ha provocado que, en ocasiones, se haya tenido que rehacer el trabajo.
Al no tener una fecha cierta sobre la culminación del proyecto, la ATP no ha concretado la celebración de ningún congreso. “Hemos recibido propuestas, hay interés internacional por el centro de convenciones, pero no hemos cerrado nada porque no tenemos fecha final”, dijo Him.