Nueves países obtuvieron el visto bueno para exportar granos y especias a Panamá a solicitud de los comerciantes o importadores locales.
La Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (Aupsa) emitió los requisitos fitosanitarios y las disposiciones sanitarias para la importación de guandú y frijol de palo de Portugal, chayote de Costa Rica, quinoa y linaza de México, y semillas de chía de Argentina.
A partir de la fecha los comerciantes también podrán importar lentejas de Estados Unidos, especias de Bélgica y poroto de Holanda, Turquía y Ucrania.
La normativa se estableció a través de los Resueltos N° Aupsa-Dinan-045-2017 al N° Aupsa-Dinan-056-2017, publicado en Gaceta Oficial N°28345 del jueves 17 de agosto de 2017.
La entrada de estos granos y especias debe estar amparada por un certificado fitosanitario expedido por la Organización Nacional de Protección Fitosanitaria (ONPF) del país de origen.
El envío debe venir libre de insectos vivos de cualquier tipo, así como también de otros contaminantes biológicos, químicos y físicos, manifestó Luis Benavides, director nacional de Normas para la Importación de Alimentos de la Aupsa.
En el caso específico de los porotos, alubias y frijoles de Holanda, se requiere un certificado que garantice que los productos están libre de plagas como Acanthoscelides obtectus, Corcyra cephalonica, Oryzaephilus surinamensis, Stegobium paniceum y Trogoderma granarium.
El Acanthoscelides obtectus, por ejemplo, es un gorgojo que se alimenta de las semillas y provoca un deterioro en el grano de las leguminosas.
En los requisitos también se establece que los materiales utilizados para el empaque y embalaje no deben contener fibras vegetales u otro material hospedero de plagas.
Según el funcionario de la Aupsa, los 10 nuevos requisitos fueron emitidos después de que los comerciantes solicitaran los permisos de importación y se realizaran las evaluaciones y análisis de riesgo correspondiente.
Los productores de poroto, por su parte, reconocen que la producción local del grano no alcanza para suplir la demanda del país.
“Los agricultores solo pedimos que las importaciones no se den en época de cosecha local porque muchos comerciantes acostumbran a utilizar estas compras en el extranjero para bajarle el precio al quintal de poroto pagado al productor”, manifestó Martín Ríos, miembro del Frente por el Rescate del Sector Agropecuario de Chiriquí.
Las importaciones de poroto se deben dar entre agosto y octubre, que es cuando se registra el déficit de la producción local, dijo Ríos.
En Panamá se acostumbra a cultivar las variedades de poroto calima, chileno y rosado criollo.
La provincia de Chiriquí aporta el 85% de la producción de poroto que se consume en el país. El 15% restante se produce en Las Minas, provincia de Herrera, y en Santa Fe de Veraguas, aunque también existen otras áreas potenciales para este cultivo, como Cerro Campana, Canajagua, El Valle de Antón en Coclé y Chepo en Panamá.