La actividad de las fábricas chinas se contrajo en diciembre por primera vez en 19 meses, luego deque los pedidos nacionales y de exportación siguieron debilitándose, según una encuesta privada, lo que sugiere un comienzo difícil de 2019 para la segunda economía más grande del mundo.
La lectura sombría coincide en gran medida con una encuesta oficial que mostró unas tensiones crecientes en el sector manufacturero de China, una fuente clave de empleos. Los hallazgos refuerzan la expectativas de que la economía está perdiendo fuerza.
El índice de gerentes de compras (PMI, por su sigla en inglés) de Caixin/Markit para diciembre, cayó a 49.7 desde 50.2 en noviembre, lo que marca su primera contracción desde mayo del 2017.
Los economistas encuestados habían pronosticado un leve declive desde noviembre a 50.1, justo por encima del nivel de 50 que separa la expansión de la contracción en una base mensual.
Los nuevos pedidos, un indicador de la actividad futura, cedieron por primera vez en dos años y medio, y las empresas registraron una demanda moderada, a pesar de algunos descuentos en los precios.
Los nuevos pedidos de exportación se redujeron por noveno mes consecutivo. Mientras que la producción se elevó luego de dos meses de estancamiento, las fábricas eliminaron empleos por sexagésimo segundo mes consecutivo.