De los 13 escáneres que tiene la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA) para la inspección de contenedores de carga, solo funcionan 3, actualmente ubicados en los puestos de Guabalá y Paso Canoas, en Chiriquí, y otro en el aeropuerto de Tocumen. En cada una de estas entradas al país debería haber el doble de equipos.
Ello representa un riesgo en las áreas fronterizas, puertos y aeropuertos del país. A través de los escáneres se puede detectar y detener la entrada de droga, alimentos o medicamentos sin sus respectivos permisos, combatir el contrabando y el terrorismo.
La actual administración de la ANA reconoce como vital la asignación de recursos para hacer las inversiones en este campo.
Sin embargo, Tayra Barsallo, directora general de la ANA, al igual que muchos de sus colegas en el Gobierno, tiene ambiciones que no compaginan con el plan de austeridad impulsado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Para la vigencia fiscal 2020 la institución solicitó un presupuesto de 82 millones de dólares, el MEF le recomendó 43.1 millones de dólares; la cifra representa un recorte del 52.5 % o el equivalente a 39 millones de dólares respecto a su proyección.
Barsallo sustentó ante la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional que los recursos recomendados son insuficientes para una de las entidades públicas que más dinero aporta al fisco.
“Al año, la Autoridad Nacional de Aduanas aporta aproximadamente 1,400 millones de dólares al fisco nacional”, detalló Barsallo.
“Comprendemos la situación actual de la economía del país. Sin embargo, para poder generar mayores ingresos, con nuestras recaudaciones, se debe invertir en mejoras a las infraestructuras y en la compra de equipos” para tener una aduana eficiente en la que se facilite el intercambio comercial y la entrada de personas y mercancías, agregó.
“La sede central de la institución necesita ser reubicada e iniciar un plan urgente de renovación de algunos puntos aduaneros de control”, recalcó.
Barsallo planteó la necesidad de incrementar el presupuesto de la entidad para poder continuar con la modernización institucional, en lo referente a la sistematización de los procesos de cobro, con el desarrollo del programa de integración logística aduanera, tener un nuevo edificio y fortalecer los puntos de control aduanero.
También hizo énfasis en la necesidad de contratar más inspectores. Citó como ejemplo la apertura de la nueva terminal de pasajeros (T-2) en el aeropuerto de Tocumen, en la cual se requerirá la contratación de 200 inspectores para realizar turnos las 24 horas todos los días de la semana.
Actualmente en los puestos de control de Guabito, Río Sereno y Paso Canoas, en la provincia de Chiriquí no hay servicio de aduana todo el día porque el personal está limitado, dijo. La situación se convierte en un cuello de botella para el comercio transfronterizo.
Entre los planes de inversión para el próximo año estaba la compra de seis escáneres para ser instalados en los puestos de control de Paso Canoas y Guabalá, en la provincia de Chiriquí, otro en Tocumen, la Zona Libre de Colón y en puertos como el de Cristóbal. Barsallo cree que con el recorte de su proyección presupuestaria no habrá los recursos para la compra de estos equipos.