Los pliegos tarifarios del sector eléctrico aprobados hasta 2022 incluyen un incremento en la tarifa de los grandes clientes o grandes consumidores de energía, entre los que se encuentran hospitales, centros comerciales, supermercados e industrias. La Asociación de Grandes Clientes (Agrandel) planteó que estos incrementos podrían impactar en los productos y servicios que reciben los consumidores finales.
El gran cliente compra la energía a los generadores a una tarifa más baja, pero debe pagar algunos cargos a las distribuidoras por uso de la red eléctrica para transportar la electricidad.
Aunque el Gobierno asumió el alza de la tarifa eléctrica para el primer semestre de 2019 a través del subsidio estatal a todos los clientes, voceros del sector alertan sobre el efecto que podría tener este aumento durante los siguientes semestres.
Señalan que este incremento en el precio de facturar a los grandes clientes tendría un impacto que, a simple vista, se inicia en 2020 con aproximadamente 25% de variación hasta 55% en 2022, en algunos cargos.
“Dentro de este aumento se acentúa el hecho de que el componente de distribución se incremente en 65.9% y el de generación eléctrica en 15%”, afirma Nanik Singh Castillero, presidente de la empresa Potencia Verde.
Nanik Singh Castillero, consultor en energías renovables.
Las tarifas se aprueban cada cuatro años, pero todos los semestres se hacen ajustes con base al comportamiento del precio del petróleo y otros factores, como las inversiones que se hagan en infraestructura eléctrica. Aquí se incluyen las nuevas líneas eléctricas o instalaciones que son necesarias para transportar o distribuir la energía a los clientes.
Para elaborar los pliegos tarifarios que cubren del 1 de enero de 2019 al 30 de junio de 2022 de las empresas de distribución y comercialización Edemet, Edechi y Ensa, la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) hizo una consulta pública en la que se recibieron comentarios y opiniones de los agentes del mercado y la ciudadanía. Agrandel envió estas opiniones a la ASEP en el período establecido.
Para esta agrupación, este incremento en la tarifa a los grandes clientes obedece también a que no se aplicó el alza correspondiente al segundo semestre de 2018, cuya propuesta inicial rondaba un aumento del 8% en la tarifa. Ese incremento del segundo semestre de 2018 también se subsidió.
Este diario consultó a la ASEP, entidad que aprueba las tarifas, sobre el señalamiento de Agrandel, pero hasta el cierre de la edición no se recibió respuesta.
En algunos casos, estos porcentajes de aumentos varían entre 1 centavo y 3 centavos, que según Singh, “tal vez no impacten significativamente de manera individual, pero sí de forma colectiva”.
Pese a que se reconoce que las empresas deben recuperar su inversión, otras fuentes que prefirieron no ser identificados señalaron que siempre la carga se está pasando al consumidor final cuando cada uno de los participantes del mercado puede también asumir esos incrementos y reducir sus ganancias. Si la decisión gubernamental es continuar subsidiando los incrementos, es como pasar dinero de un bolsillo al otro, porque ese dinero estatal proviene de los impuestos, dijeron.